¿Qué debes saber sobre la gripe estacional?
La llegada del invierno propicia la aparición de la gripe estacional y en los climas templados, como el del mediterráneo, las epidemias estacionales ocurren principalmente durante la época invernal y alrededor de las fechas de Navidad.
La gripe es una infección viral aguda de fácil propagación entre personas. Un simple estornudo o estrecharnos las manos pueden contagiarla. Está provocada por los virus estacionales de la gripe (o Virus Influenza) que circulan por todo el mundo y que pueden afectar a personas de todas las edades. Te contamos cuáles son sus síntomas, cómo se contagia, cuáles son los grupos de riesgo y como prevenirla.
Signos y síntomas
El tiempo de incubación de la gripe es de aproximadamente dos días. Estas reconoce por el padecimiento de varios signos y síntomas entre los que figuran la aparición súbita de fiebre, malestar general y diversos tipos de dolor (dolor muscular, de cabeza y de garganta); tos (por lo general seca y que puede durar dos o más semanas); secreción nasal, congestión o goteo nasal, estornudos y ojos irritados. La mayoría de las personas se restablecen de la fiebre y otros síntomas en una o dos semanas sin necesidad de tratarse con medicación específica. Cabe señalar que los antibióticos no curan la gripe.
Grupos de riesgo
La mayoría de las personas que contraigan la gripe padecerán una enfermedad leve y se recuperarán en menos de dos semanas. Sin embargo, algunas personas tienen mayores probabilidades de desarrollar complicaciones por la gripe que pueden requerir hospitalización. Entre estos grupos de alto riesgo figuran las mujeres embarazadas, los niños de los 6 a los 59 meses, los ancianos, las personas con enfermedades crónicas específicas y con inmunosupresión, asma y enfermedades crónicas cardiacas o pulmonares y los trabajadores sanitarios. Para evitarlo, el medio más eficaz de prevenir la infección gripal es la vacuna contra el virus influenza. Por eso, unas semanas antes de la llegada del invierno se recomienda la vacunación sistemática a todos los grupos de riesgo y a los profesionales sanitarios que atienden a la población.
La infección gripal se transmite de forma muy rápida en zonas con una alta concentración de personas o en aglomeraciones. Estrecharse las manos o un simple estornudo pueden desencadenar el contagio. Esto ocurre porque, cuando una persona infectada tose o estornuda, expele unas gotitas infecciosas que contienen el virus y que se propagan por el aire hasta alcanzar a otras personas próximas que las inhalan. Asimismo, el virus también se puede contraer a partir de las manos contaminadas por los virus de la influenza.
Consejos para prevenir el contagio
- El medio más eficaz de prevenir la enfermedad es la vacunación antigripal.
- Vacúnese si pertenece a un grupo de riesgo.
- Para prevenir el contagio, siga también estos consejos:
- Al toser o estornudar, tápese la boca y la nariz con un pañuelo desechable, y posteriormente tírelo al cubo de la basura. Si no tuviera pañuelo, tosa o estornude en la parte superior de la manga.
- Lávese las manos con frecuencia con agua y jabón durante 10-20 segundos y séquese correctamente o con soluciones alcohólicas especializadas (sobre todo después de tocar superficies comunes, como barandillas, pomos de puertas, teclados y ratones de ordenador, teléfonos, elementos para sujetarse en el transporte público y después de estornudar y sonarse).
- Ventile con frecuencia los espacios cerrados abriendo las ventanas.
- Limite el contacto con personas con síntomas virales o diagnosticadas de infecciones respiratorias, incluida la gripe.
- No comparta comida ni utensilios (cubiertos, vasos, servilletas, pañuelos…) ni otros objetos sin antes limpiarlos debidamente.
Referencias: