La aparición de tumores benignos o malignos es posible en nuestro corazón. Afortunadamente, esos tumores son muy raros (Se estima una incidencia menor a un 0,3% de la población), en muchos casos son benignos, y pueden tratarse de forma muy efectiva con una operación.

Esos tumores pueden ser secundarios (Metástasis de otros tumores como el cáncer de mama) o primarios (Aparecen en el propio corazón).

Hasta el año 1950, el diagnóstico de los tumores cardiacos era un hallazgo ocasional en las autopsias. Posteriormente, con el uso generalizado de la ecocardiografía, su diagnóstico se ha hecho más frecuente.

La primera resección de un tumor cardiaco gracias a la circulación extracorpórea fue realizada en 1954 por el Dr. Crafoord. En el Registro anual de la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular (SECCE) del 2018, de un total de 23.141 cirugías mayores, solamente 187 casos fueron de resección de tumores cardiacos.

Entre los tumores primarios, cerca del 75% corresponde a histología benigna y alrededor del 20%-25% restante a tumoraciones malignas. Los tumores primarios benignos más frecuentes en adultos son los mixomas (Más del 50%) y los fibroelastomas.

En la actualidad, los tumores cardiacos se diagnostican mediante los estudios de ecocardiografía (transtorácica y transesofágica) y la resonancia magnética cardiaca.

Los mixomas son los tumores cardiacos benignos más frecuentes, aparecen sobre todo en el sexo femenino y se suelen diagnosticar entre la tercera y sexta década de la vida. Suelen localizarse, en el lado izquierdo del corazón, suelen ser masas intracavitarias únicas, de tacto gelatinoso y friable, muy móviles, ancladas mediante un pedículo al septo interauricular, y pueden alcanzar un tamaño de hasta 5-6 cm.

Muchas veces no dan sintomatología clara salvo ligera pérdida de peso, cansancio o palpitaciones. Cuando son de gran tamaño, pueden interferir con el movimiento normal de las válvulas cardiacas y provocar, dificultad respiratoria arritmias e hipotensión. Otras veces, pueden disgregarse y provocar embolias que pueden ser graves. En el 90% de los casos aparecen de forma esporádica. En el otro 10% se asocian a formas familiares como el Síndrome de Carney.

El tratamiento de elección una vez identificada la masa cardiaca es la resección quirúrgica. Cuando son benignos, no es necesario realizar quimioterapia ni radioterapia, y la operación es curativa y sin recidivas.

Desde principios de este año 2020, el Servicio de Cirugía Cardiaca del Instituto del Corazón del CM Teknon, ha intervenido con éxito a tres pacientes con tumores cardiacos gigantes tipo mixoma.

Se trataba de tres pacientes de sexo femenino, con edades comprendidas entre 45 y 60 años y que tenían en el interior de su corazón tumores de más de 6 cm de tamaño. En uno de los casos, la paciente no tenía síntomas claros. En los otros dos casos, el tumor era tan grande que afectaba al correcto funcionamiento de la válvula mitral y causaba cansancio, palpitaciones y dificultad para respirar con pequeños esfuerzos.

Las operaciones y el periodo postoperatorio fueron satisfactorios y sin complicaciones, y las pacientes fueron dadas de alta tras un ingreso de una semana. Una vez extirpado el tumor no ha sido necesario ningún otro tratamiento y están realizando una vida completamente normal.


Imagen de tumor por ecocardiografía

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El tumor una vez extraído del interior del corazón

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