La fibromialgia, un síndrome de sensibilización central
Entre ellos podemos incluir la fibromialgia, la fatiga crónica, las cefaleas tensionales o migrañosas, trastornos de la articulación temporo-mandibular, síndrome de piernas inquietas, síndrome de colon irritable… Los estudios epidemiológicos apuntan a una elevada prevalencia, aproximadamente un 5% en nuestra población.
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¿Con qué síntomas cursa la Fibromialgia?
Este SSC se caracteriza principalmente por dolor y fatiga. El dolor es de tipo crónico y generalizado en muchas partes del cuerpo, agrupando diversos grupos musculares. El cansancio es continuo con crisis de agotamiento, como si se acabara la "batería" y obliga a la paciente a descansar. A estos síntomas se suman otros referidos, entre los más frecuentes: déficit de atención y concentración, alteraciones del ritmo intestinal, alteraciones del sueño, incontinencia urinaria, labilidad emocional, estrés y ansiedad.
¿Por qué ocurre la Fibromialgia?
Se desconoce su etiopatogenia aunque se postulan múltiples causas sumatorias. Bajo un componente de susceptibilidad genética (aún a determinar) se han descrito: infecciones virales, malos hábitos alimentarios, tabaquismo, falta de ejercicio físico, insomnio, traumatismos, intervenciones quirúrgicas y sobrecargas de estrés (laboral o familiar).
En los SSC se da un incremento de la excitabilidad de las neuronas del sistema nervioso, sobre todo en aquellas encargadas de procesar hacia nuestro cerebro información del exterior. En un estado de SSC, por lo tanto, las neuronas se activan con mayor facilidad ante la entrada de señales que amplifican la transmisión de los impulsos de dolor.
¿Cómo se diagnostica?
Un especialista en Reumatología, considerada la especialidad médica de referencia en las enfermedades del aparato locomotor, realiza una exhaustiva historia clínica y exploración física para proceder a solicitar las pruebas complementarias adecuadas, que suelen incluir una analítica y ecografías articulares.
¿Qué tratamientos tiene la Fibromialgia?
Para poder tratar correctamente este SSC hay que entender el contexto bio-psico-social de la paciente y diseñar un buen plan de trabajo terapéutico con un enfoque multidisciplinar. Dentro de las terapias con las que se suele trabajar encontramos la nutrición, el soporte psicológico, los fármacos, la fisioterapia y la Acupuntura.
Desde un punto de vista nutricional, existen diversas dietas orientadas al SSC: ricas en antioxidantes, sin gluten (más prevalencia de sensibilidad al gluten no celíaca/ celiaquía subclínica), alcalinizantes y dietas anti-inflamatorias.
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El abordaje psicológico y psicofarmacológico es un pilar importante. Entender la enfermedad, gestionar el estrés y adaptar los hábitos permitirá tratar globalmente los trastornos acompañantes. Debe ser un tratamiento personalizado, por lo que dependerá totalmente de la personalidad y sintomatología que tenga cada paciente.
Asimismo, la fisioterapia tiene un efecto global a nivel del sistema nervioso, muscular y articular. Son terapias de gran ayuda en corregir los desequilibrios del tono muscular con técnicas manuales, ejercicios personalizados y una buena reeducación postural.
Por su parte, la Acupuntura médica, por sus efectos analgésicos, antiinflamatorios, ansiolíticos y antidepresivos, está indicada como primera línea terapéutica. Su mecanismo de acción como potente neuromodulador permite desensibilizar el sistema nervioso central y mejorar toda la sintomatología de la Fibromialgia.
¿Qué pronóstico tiene la Fibromialgia?
El pronóstico de la Fibromialgia es bueno siempre y cuando se lleve a cabo un tratamiento y seguimiento personalizados. En caso contrario las crisis son frecuentes, y el dolor y la fatiga pueden mermar considerablemente la salud de la persona, su calidad de vida y la de su entorno.