Cómo prevenir el riesgo cardiovascular
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en todo el mundo y el 80% de las muertes que provocan se podrían evitar con la adopción de un estilo de vida saludable que reduzca los factores de riesgo. Los principales, el tabaquismo, la hipertensión, la diabetes, el colesterol, la obesidad y el sedentarismo, entre otros. El Dr. Carballo nos da algunos consejos que nos ayudarán a prevenir este tipo de enfermedades:
- No fumar. El tabaquismo es la primera causa de muerte prematura evitable.
- Mantener una alimentación sana y equilibrada, evitando el consumo excesivo de azúcares y grasas. Suponen un aporte calórico importante que se traduce en un incremento de la grasa visceral directamente relacionada con mayor predisposición al evento cardiovascular. Debemos controlar nuestros niveles de colesterol.
- Reducir el consumo de sal. Existen cardiopatías en las que es muy importante no acumular líquidos, retenidos por la sal. Un paciente con deterioro de su función cardíaca puede no poder "gestionar" ese exceso de líquidos y descompensarse desarrollando insuficiencia cardíaca. El exceso de sal puede también incrementar las cifras de presión arterial respecto a las habituales.
- Hacer actividad física. Hacer deporte moderado contribuye en la mejora de nuestra calidad de vida y nos aporta beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales, que han sido avalados por investigaciones científicas. Una vida sedentaria, con poco ejercicio, incrementa el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Cualquier ejercicio que se realiza es mejor que nada.
- Controlar el consumo de alcohol: un exceso implica incrementos calóricos notables, desinhibición respecto a las medidas de control higiénico-dietéticas habituales y, por otra parte, el alcohol es un tóxico cardíaco por sí mismo cuyo efecto recae muchas veces sobre pacientes con importante patología de base.
- Tener unos buenos hábitos de descanso y respetar las horas de sueño. Debemos dormir entre 7 y 8 horas diarias para mantener un óptimo estado físico, emocional y mental. Dormir pocas horas perjudica nuestra inmunidad y aumenta el riesgo de afectación cardiovascular y neurovascular.
- Controlar el exceso de estrés y la tensión emocional. En muchas ocasiones el estrés desencadena problemas de salud como presión arterial alta, enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes.
Y sobre todo, es importante hacer revisiones periódicas con un cardiólogo cuando se presentan factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, estrés laboral, obesidad, niveles elevados de colesterol o triglicéridos, tabaquismo o antecedentes de enfermedad cardiovascular.
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