¿Qué son los miomas uterinos?
Conocidos también como "fibromas", los miomas uterinos son tumores benignos no cancerosos. Son más frecuentes en mujeres en edad fértil y se calcula que entre el 50 y el 60% de estas desarrollará alguno durante su vida.
Están formados por células musculares y otros tejidos que crecen en y alrededor de las paredes del útero.
No se conocen las causas de los miomas, aunque se relacionan con las hormonas de la mujer.
Tipos de miomas
Según su localización, los miomas se clasifican en:
- Intramurales: crecen dentro de la pared muscular del útero
- Submucosos: crecen hacia el interior del útero y deforman su cavidad
- Subserosos: crecen y se proyectan hacia el exterior del úter
Síntomas de los miomas
No todos los miomas producen síntomas. Otros, sin embargo, producen síntomas graves que afectan la calidad de vida de la mujer.
Son diversos y van desde la compresión vesical y rectal, dolor en las relaciones sexuales e incluso producir problemas de fertilidad y alterar la calidad de vida de la mujer en ámbitos como el personal, laboral o sexual.
Tratamiento de los miomas
El tratamiento clásico de los miomas ha sido la cirugía abierta y, actualmente, la cirugía laparoscópica, ambas técnicas comportan ingreso hospitalario y anestesia general, además de cicatriz uterina y abdominal.
Recientemente la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia ha aprobado el uso de la radiofrecuencia.
Radiofrecuencia para el tratamiento de los miomas uterinos
La radiofrecuencia es una nueva técnica para el tratamiento de los miomas uterinos que debe aplicarse cuando estos están estudiados en todas sus facetas (número, tamaño, localización, etc.).
La radiofrecuencia es la técnica menos agresiva y consiste en la aplicación de calor en el interior del mioma. Se realiza sin necesidad de ingreso ni anestesia general, ya que se hace bajo sedación. Se realiza por vía vaginal bajo control ecográfico a través de una pequeña aguja.
Antes de llevar a cabo la técnica, siempre que es posible, se toma una muestra bajo sedación, que se analizará mediante biopsia, para confirmar la benignidad del mismo.
En la mayoría de los casos, se produce una reducción significativa de los miomas, aunque no es igual en todos los casos. En los meses posteriores al tratamiento, prácticamente en totalidad de los casos los miomas se habrán reducido significativamente.
Tras la radiofrecuencia, los miomas se desvascularizan, lo que les impide continuar creciendo. La velocidad de reducción es distinta en cada persona.
La radiofrecuencia no se puede aplicar en todos los casos. El especialista es quien debe valorar cada uno de ellos y proponer el tratamiento más adecuado a cada caso particular.
Se trata de una técnica poco agresiva que permite a la paciente retomar su actividad diaria en un plazo muy corto de tiempo.