Navidad

Las enfermedades crónicas son afecciones que, en general, los médicos no podemos curar, pero sí controlar, juntamente con los pacientes, ya que su estricta colaboración es imprescindible.Son procesos muy conocidos por la población como la hipertensión arterial, la diabetes, las enfermedades respiratorias como el asma, el enfisema o bronquitis crónica, enfermedades cardiovasculares, enfermedades neurodegenerativas, la insuficiencia renal o las intolerancias alimentarias, entre otras. Las complicaciones de estas enfermedades, si no ha habido un estricto control de las mismas, son a muy largo plazo, pero en estas fechas hay un aumento en las agudizaciones de dichos procesos.

Factores de riesgo durante las fiestas navideñas

En la época navideña, las personas con enfermedades crónicas aumentan sus consultas con el médico de cabecera o en los servicios de urgencias. Esto se debe a diversos factores, como:

• Aumento de consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, sal, azúcares y alcohol.
• Cambio de hábitos de actividad física.
• Estrés relacionado con los preparativos y compromisos.
• Exposición al frío.
• Incremento de posibilidades de contagio de infecciones respiratorias en reuniones familiares en ambientes cerrados.

Es fácil alterar la rutina de tratamiento y medicación, cambiar el patrón de sueño, lo que aumenta el riesgo de descompensación de la enfermedad crónica.

Cómo disfrutar de la Navidad, si padeces una enfermedad crónica

Estas fechas pueden representar un reto para las personas con enfermedades crónicas. Se aconseja planificar los cuidados y aumentar el autocontrol. Es necesario mantener:

• Una alimentación adecuada: consumiendo platos bajos en grasas, propios de la dieta mediterránea, evitando productos procesados y optando por alimentos frescos de proximidad.
• Actividad física regular: manteniendo o incrementando el ejercicio físico en la medida de lo posible.
• Correcta gestión del estrés: Sin caer en excesos que desequilibren al paciente.

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Alimentación saludable: una oportunidad para la dieta mediterránea

Son fechas para disfrutar de la familia y amigos, así como de la comida. Se puede conseguir una dieta saludable gracias al consumo de platos bajos en grasas propios de nuestra dieta mediterránea. Además, te recomiendo que:

• Optes por alimentos sin azúcares añadidos o aptos para intolerancias alimentarias, dada la amplia oferta disponible.
• Recuerda que el alcohol puede interactuar con algunos tratamientos.
• Las personas con diabetes, especialmente, deberán optimizar su tratamiento con controles glucémicos más frecuentes, incrementando el ejercicio físico y restringiendo porciones y postres típicos.

La importancia de mantener una rutina de actividad física

Si se ha seguido durante el año una actividad física regular, estas festividades pueden alterar la rutina. Intenta mantenerla en lo posible, o incluso incrementarla. Puede que la climatología o los cambios de residencia modifiquen las pautas; pero se pueden realizar ejercicios en casa si es necesario.

El estrés

El estrés es un factor de descompensación en este tipo de enfermedades. Los preparativos, la alteración en las horas de sueño o descanso y los compromisos deberían gestionarse con anticipación para evitar complicaciones.

Salud y disfrute pueden ir de la mano

Es posible disfrutar de las fiestas navideñas sin comprometer la salud. La recomendación es planificar y estar atentos a los factores que descompensan las patologías. Estas fechas son una oportunidad para disfrutar de la familia y los amigos, recordando siempre que la salud no puede pasar a un segundo plano. En la lista de deseos para el Año Nuevo, sería recomendable añadir la voluntad de mantener un buen control de las enfermedades crónicas y proponerse metas realistas y factibles, cuya obtención será un estímulo positivo. Todo esfuerzo realizado tendrá como recompensa una mejor calidad de vida, contando siempre con el apoyo cercano del médico.