El ejercicio físico y la marcha nórdica aportan beneficios a los enfermos oncológicos
Se concluye en la Jornada Científica de Marcha Nórdica en Pacientes Oncológicos y Otros que ha acogido Centro Médico Teknon
La marcha nórdica es un ejercicio que está generando gran interés por sus efectos sobre el organismo de personas con cáncer y otras patologías agudas y crónicas. En la Jornada Científica de Marcha Nórdica en Pacientes Oncológicos celebrada durante todo el día de ayer en Centro Médico Teknon, donde han participado los doctores Isaac Núñez y Verónica Pereira del Instituto Oncológico Teknon, se ha destacado la importancia del ejercicio físico tanto en la prevención del cáncer como en la recuperación de los pacientes oncológicos. En referencia a la prevención, un nuevo informe que ha revisado todos los datos de los últimos 30 años sobre dieta, peso, actividad física y cáncer, ha confirmado el vínculo entre el cáncer y el estilo de vida y proporciona recomendaciones basadas en la evidencia sobre cómo reducir el riesgo de cáncer. Tal y como apunta el doctor Nuñez, "hay una relación inversamente proporcional entre ejercicio físico y desarrollo de cáncer de próstata".
Por otra parte, la creciente literatura científica remarca la importancia de la adherencia a la actividad física de manera precoz en las pacientes supervivientes de cáncer de mama. Numerosas investigaciones han demostrado los beneficios del ejercicio físico, tanto a nivel físico como psicológico. Además la actividad física puede disminuir un 67% el riesgo de recaída en cáncer de mama. Tal y como ha señalado la Dra. Pereira, se recomienda hacer 150 minutos de actividad de intensidad moderada o 75 minutos de actividad de alta intensidad a la semana. Las actividades de intensidad moderada pueden ser: caminar enérgicamente, aeróbic acuático, ciclismo a una velocidad por debajo de los 16 km por hora, tenis (dobles), baile de salón, jardinería general y marcha nórdica. Estarían dentro de las actividades de alta intensidad: correr, natación, tenis, baile aeróbico, ir en bicicleta a más de 16 km por hora, saltar la cuerda, senderismo cuesta arriba o con una mochila pesada.
"Una publicación de un grupo de científicos italianos describe que la marcha nórdica activa el tronco y las extremidades superiores al caminar, aumentando su rango de movimiento e incrementando la resistencia muscular total del cuerpo", explica la doctora Pereira. Esta técnica integral y suave ejercita el 90 por ciento de los músculos del cuerpo y su práctica está al alcance de personas de todas las edades y condiciones físicas.
La marcha nórdica, además, puede considerarse una disciplina especialmente efectiva contra el linfedema secundario tras los tratamientos tanto quirúrgicos como de radioterapia y quimioterapia. Adhmed y cols. reportan que casi la mitad de las pacientes que sobreviven a un cáncer de mama presentan síntomas de linfedema. En estas pacientes, que sufren acumulación de líquido en el brazo con endurecimiento, pesadez, dolor y dificultad para moverlo, la marcha nórdica tiene una especial efectividad en la mejoría de esta hinchazón. El ciclo alternado de apertura-cierre de las manos crea un 'efecto de bombeo‘ que favorece la circulación sanguínea de los brazos y mejora la estimulación del drenaje linfático a través de la contracción de los músculos de las extremidades superiores.
En la jornada científica sobre los beneficios de la marcha nórdica en pacientes oncológicos celebrada en Centro Médico Teknon, han participado, además de los doctores Pereira y Núñez del Instituto Oncológico Teknon, siete expertos más y se ha realizado un taller práctico de dos horas de actividad de marcha nórdica con la colaboración de la Fundación Walkim e Hydroskin Oncology