García Madrid César
¿Qué son las varices?
Las varices son la manifestación externa de alteraciones en el aparato circulatorio producidas por el efecto de la bipedestación, es decir, por el hecho de que el hombre camine y permanezca erguido durante el día y a lo largo de su vida. Esta postura obliga al aparato circulatorio a hacer un sobreesfuerzo para conseguir que la sangre vuelva al corazón venciendo la fuerza de la gravedad y la circulación de retorno o venosa es especialmente dificultosa en las piernas.
Si una persona está sometida a largas horas trabajando de pie y en un espacio reducido, acabará, en un 60% de los casos, por presentar algún síntoma de insuficiencia venosa en los miembros inferiores. Es el caso común de las planchadoras, por ejemplo. El sedentarismo y la obesidad, así como la falta de ejercicio habitual dificultan, obviamente, el retorno venoso de las extremidades inferiores.
Pero la patología varicosa es también un hecho hereditario, y algunas personas están expuestas genéticamente a esta "herencia varicosa". La manifestación de los síntomas, en estos casos, aparece a una edad muy precoz.
La mujer padece mucho más que el hombre este tipo de trastornos porque influyen en ella factores: hormonales. Las hormonas femeninas provocan una debilidad de la pared venosa que puede inducir a una mayor dilatación de la misma. En las gestaciones, además del aumento hormonal ya sabido, existe un efecto mecánico de presión del útero, que ha aumentado de tamaño, sobre las grandes venas que conducen todo el retorno venoso de las piernas al corazón. Esta circunstancia provoca el consiguiente un sobreesfuerzo que se añade al exceso de peso soportado por las piernas durante el embarazo.
También los preparados hormonales destinados al control ovulatorio en la edad fértil, o aquéllos otros indicados para evitar la sintomatología propia de la menopausia colaboran en la aparición precoz de las varices.
En cuanto a las posibilidades de tratamiento, no existe un único método ni ninguna aplicación milagrosa que erradique esta patología. Pero, como siempre ocurre en medicina, lo fundamental es hacer una indicación terapéutica adecuada en función de los parámetros tales como la edad, el grado evolutivo de las varices, su localización, los factores hormonales o de riesgo, etc.
En el caso de que las dilataciones surgidas frecuentemente en los muslos de las mujeres que oscilan sobre los 40 años, denominadas "arañas de estrella" o "spiders", el método terapéutico, y no siempre satisfactorio, es la microesclerosis y/o la electrocoagulación.
Otras varices, de tipo anómalo como las varículas, y que no dependen directamente del sistema principal de las venas safenas, es tratado con esclerosis química transcutánea. Aunque es un método bastante eficaz, es imprescindible conocer y dominar su técnica y las posibles complicaciones que pudiera originar.
Y finalmente, en cuanto a la enfermedad varicosa evolutiva que afecta al sistema principal de las venas safenas, con insuficiencia valvular de las mismas, el tratamiento más eficaz es el quirúrgico, mediante el cual se extirpará todo el sistema varicoso y se propiciará la circulación por venas menores.
Pero como en cualquier patología y antes de llegar a ella, es importante tomar una serie de precauciones que aunque no eliminen el problema, ayudarán a prevenir posibles complicaciones. trataremos así de evitar el sedentarismo, de llevar una vida equilibrada y de realizar más ejercicio físico. Evitar también el aumento de peso, no sólo como problema estético, sino porque favorece la aparición de trastornos circulatorios, no utilizar piezas de ropa ajustadas y vigilar los trastornos hormonales.
- Complicaciones de las varices
Cabe distinguir dos grandes tipos de complicaciones producidas por las varices: las venosas y las dermatológicas.
De entre las primeras, se contempla la flebitis varicorragia y la rotura venosa.
La flebitis varicorragia es una tromboflebitis obliterante del cordón varicoso superficial. La evolución suele ser benigna, pero las recidivas son frecuentes. Los síntomas se inician brutalmente, con un dolor a lo largo del cordón venoso indurado.
En la rotura venosa externa, la piel es tan fina que incluso un mínimo traumatismo puede provocar una hemorragia, y en el caso de la interna, el volumen de la pantorrilla aumenta considerablemente, y paralelamente se siente un intenso dolor después de realizar algún tipo de esfuerzo. La impotencia funcional y el hematoma se instalan de inmediato.
Las complicaciones dermatológicas, son importantes por su frecuencia y por sus repercusiones funcional, profesional y social. Pueden afectar a todos los tejidos. El factor mecánico esencial que las determina es la estasis, debida a una hiperpresión venosa superficial.
Son cuatro las complicaciones dermatológicas que se pueden presentar:
- La dermatitis. Las dermatitis pueden ser de tipo infeccioso, aunque debido a la mejora de las condiciones de vida, se ve cada vez menos. También puede presentarse un eccema, y aunque lo encontremos en diferentes formas, siempre es pruriginoso..
- Las capilaritis. Es la afectación de los capilares. Puede ser de tipo inflamatorio o infeccioso.
- La esclerosis dermohipodérmica. La esclerosis dermohipodérmica es el signo que anuncia la úlcera. Se presenta con el aspecto de una placa de piel lisa, dura, imposible de movilizar y que se adhiere a los planos profundos. Puede complicarse con brotes agudos inflamatorios, entonces el tratamiento, generalmente decepcionante, se hará a base de vitamina E, oleato de soja y aguacate, cremas emolientes y cicatrizantes, productos que en ningún caso, obran milagros.
- La úlcera
- DOSSIER PIERNAS
La belleza de las piernas femeninas: ¿cómo cuidarlas? - M. D. Muntané -
Cuando preguntas a un hombre qué es lo primero que mira en una mujer, casi siempre suele responder que las piernas. Y es que las piernas de la mujer, en nuestra cultura occidental, siempre han sido consideradas como un factor de atracción sexual.
La mujer de hoy lo sabe y joven, no tan joven, ama de casa o ejecutiva, cuida sus piernas con todas las técnicas a su alcance.
¿Cuáles son éstas técnicas y cuáles son los fantasmas que acosan la belleza de unas piernas?
Los fantasmas que acosan a la mujer de mediana edad y que pueden privarle de la belleza de sus piernas son: las varices, la celulitis, las telangiectasias, los edemas y la pigmentación, esencialmente, siendo el vello la principal preocupación de las jóvenes.
Pero al margen de los problemas estéticos en las piernas que pueden romper la armonía corporal, la cuestión que se plantea es que belleza y salud se dan muchas veces la mano. Así que la demanda estética se convierte, en muchos casos, en importantes problemas de salud que afrontar con complicaciones secundarias como la sensación de pesadez, cansancio o dolor.
Factores de belleza
Como sabemos, la exigencia estética de las piernas femeninas es que sean: delgadas, esbeltas, de carne dura, sin varices, sin celulitis ni grasa, sin edemas y desde luego, sin pelos.
Las varices
Constituyen el principal problema estético de la mujer de mediana edad y, a veces, también de la joven porque las varices pueden constituir secuelas de los embarazos. Las varices son el endurecimiento de los vasos venosos de las piernas. Con el tiempo, los vasos venosos de la circulación de retorno de las venas se estrechan, se endurecen y surgen con relieve por encima de la superficie normal de la pierna.
La mujer padece mucho más que el hombre de varices porque en ella influyen, además, factores hormonales. Pero las varices también pueden ser ocasionadas por efectos traumáticos o profesionales (el estar de pie y quieto durante muchas horas, como sucede en profesiones como la de dependienta, planchadora o peluquera o también entre los varones). El tabaco y otros factores tóxicos o el sedentarismo que redundan particularmente en problemas vasculares diversos, son resposables asimismo de la aparición de varices.
El hecho de que el hombre y la mujer sean mamíferos que caminan y permanecen erguidos durante todo el día y a lo largo de su vida, obliga a su aparato circulatorio a hacer un sobre-esfuerzo para conseguir que la sangre procedente de la parte inferior del cuerpo vuelva al corazón venciendo la fuerza de la gravedad. Esta circulación de retorno o venosa es especialmente dificultosa en las piernas, donde los vasos han de soportar una mayor presión en sus paredes.
¿Cómo prevenir las varices?
Para ayudar a prevenir las varices es importante tomar una serie de precauciones que aunque no eliminan el problema, ayudan a prevenir posibles complicaciones. Evitaremos el sedentarismo y realizaremos algún tipo de ejercicio o caminaremos durante al menos una media hora diaria. Evitaremos en lo posible estar de pie y quietos durante mucho tiempo. Nos haremos masajes en las piernas para evitar el estacionamiento de la sangre, o realizaremos un sencillo ejercicio, siempre que podamos: tendidos en la cama, mantener las piernas en posición alta sobre la cintura del cuerpo, apoyando éstas en el cabezal de la cama y manteniendo el trasero junto al cabezal de forma que las piernas conserven la máxima perpendicularidad con la cama. Además, controlaremos la obesidad con una alimentación correcta, efectuaremos baños diarios con agua fría unos minutos en cada pierna, caminaremos descalzos sobre las puntas de los pies unos minutos diariamente, procuraremos dormir con las piernas en posición ligeramente elevada y, finalmente cuidaremos la hidratación de la piel de los miembros inferiores con cremas hidratantes.
También controlaremos el aumento de peso, no sólo como problema estético, sino porque favorece la aparición de trastornos circulatorios. Tampoco utilizaremos piezas de ropa ajustadas en el abdomen, con especial precaución para las fajas ajustadas en las piernas y vigilaremos los trastornos hormonales.
No hay que olvidar que la aparición de varices no supone sólo un trastorno estético, sino también una disminución de la calidad de vida, como consecuencia del cansancio que produce el mínimo esfuerzo debido a la mala circulación, pesadez o la aparición de un dolor inoportuno.
Una forma de prevención eficaz es la de realizar algún deporte, gimnasia o andar.
¿Cómo tratarlas?
Las varices se tratan con microcirugía, electrocoagulación o esclerosamiento. Son intervenciones que ha de realizar un buen especialista en angiología o cirugía vascular.
El doctor Eusebi Sala Planell, director del Instituto Sala Planell de Angiología y Cirugía Vascular, nos confirma que "las mujeres ven en las varices un motivo de preocupación que empaña la belleza de sus piernas y solicitan muy a menudo su tratamiento".
Causas de las varices
a) congénitas
b) Debidas a enfermedades adquiridas o por causas naturales
c) Como componente de algunas enfermedades dermatológicas
d) Por factores hormonales, predominando las causadas por este efecto en los embarazos o como consecuencia de tratamientos con estrógenos o tratamientos prolongados con cortisona.
e) Por factores físicos como un traumatismo en forma de simple contusión
f) Por factores quirúrgicos
g) Por infección generalizada
h) Por radiodermatitis
i) Por tratamientos médicos de otras afecciones
La celulitis
La celulitis es otro factor que estroepa la belleza de las piernas. Se trata de una afección que preocupa a las mujeres y que se localiza siempre en la cara interna o externa de los muslos y de las nalgas produciendo un aspecto en la piel "como de naranja". La celulitis es más frecuente en las piernas de aquellas mujeres afectadas de obesidad.
Hay distintos factores que influyen en la celulitis: genéticos, dietéticos, psicológicos y mecánicos. Una mujer inestable tiene mayor tendencia a la celulitis, así como aquélla que padezca pies planos o alteraciones musculoesqueléticas.
El tratamiento más habitual de la celulitis es por mesoterapia, de manera que a través de diminutas inyecciones con fármacos que mezclan habitualmente la procaína como anestésico local, el yodo por su tradición en el aumento de las capacidades de defensa del organismo y su capacidad antiinfecciosa, y el azufre porque forma parte de la estructura del tejido conjuntivo y posee un papel reparados en el restablecimiento de las funciones de los fibroblastos de este tejido. Otro tratamiento de la celulitis es por ionoforesis (a través de ionización) y la celulipolisis que consiste en el estímulo circulatorio de las zonas celulíticas a través de estímulo eléctrico.
Es evidente que ayuda la dieta y el ejercicio físico, así como los masajes. Pero el tratamiento más drástico de la celulitis es la liposucción, de carácter quirúrgico. A través de cirugía se absorbe la grasa depositada en estas zonas. Tiene buen pronóstico, aunque ha de ser realizada por buenos profesionales que tengan en cuenta los peligros de deshidratación y vigilar el delicado postoperatorio.
Las telangiectasias
Son arañas circulatorias de color rojo azulado que se hacen visibles en las piernas, especialmente en las pantorrillas y que se producen por mala circulación o estancamiento circulatorio. Hoy en día se tratan fácilmente con crioterapia (por frío) y también con láser. Tratamientos:
La microesclerosis
El doctor Eusebio Sala Planell nos explica que "el método esclerosante ha sido siempre el mismo después de la aparición de la jeringa hipodérmica, lo que ha variado en el tiempo han sido los líquidos esclerosantes que han ido del yodo y el alcohol al bicloruro de mercurio pasando por distintos compuestos de sodio y soluciones glucosadas hipertónicas o soluciones jabonosas con ácidos grasos de distintos orígenes".
Los actuales agentes esclerosantes son eficaces y más inocuos como el hidroxipolietoxidodecano (etoxisclerol), descubierto por Henschelt en 1966.
Las condiciones de un esclerosante han de ser:
- Que sea un producto estable: para asegurar una acción uniforme
- De fácil uso: preferentemente de color claro para evidenciar la sangre aspirada y tener unas condiciones físico-químicas que permitan una técnica rápida y eficaz * que sea fluido: ya que si se espesa, obstruye las agujas
- Que sea indoloro: condición importante
- Que sea inocuo: su acción debe limitarse a provocar una inflamación química aséptica, localizada en las proximidades del punto inyectado, cuya consecuencia es la destrucción del endotelio venoso y la inducción de un trombo pequeño fírmemente adherido a la endovena sin interesar a las demás capas de la pared venosa. Es decir, que provoque una endoflebitis sin periflebitis.
- No coagulante: ya que si el esclerosante, apenas puesto en contacto con la sangre la coagula, tiende a obstruir el cono de la jeringa y obliga a realizar la inyección de forma rápida, aumentando el riesgo de provocar una extravasación
- Activo y eficaz: para permitir tratamientos de forma ambulatoria.
- Atóxico e hipoalergénico: administrado en las cantidades justas
- No provocar trombosis secundaria
- Tener una acción limitada y controlable.
Esclerosantes actuales: CUADRO
- Yodo (Variglobin)
- Tetradecylsulfato de sodio (trombovar, sotradecol)
- Salicilato de sodio
- Hidroxipolietoxidodecano (Etoxisclerol)
- Glicerina crómica (Scleremo)
- Soluciones antisépticas diluidas
Inconvenientes de cada uno
- Yodo. Los riesgos de provocar reacciones alérgicas están siempre presentes, aunque su aparición es rara. Aún así, es considerado poco manejable por su coloración rojiza que no permite distinguir claramente la cantidad inyectada.
- Tiende asimismo a coagular la sangre, apenas entra en contacto con ella, bloqueando la jeringa si no se inyecta de forma rápida.
- Es poco difusible y puede provocar reacciones intensas en la zona próxima a la punción.
- La cantidad de dosis está limitada ya que cantidades importantes provocan estados febriles más o menos intensos y como estados seudogripales.
- Tetradecylsulfato de sodio (trombovar, Sotradecol). Es capaz de producir importantes reacciones alérgicas que contraindican de forma absoluta esta substancia en pacientes con algún antecedente alérgico
- Tiene un elevado riesgo de escaras debido al ligero retraso que se produce desde el momento de la inyección extravascular hasta la aparición del dolor.
- Es un producto que exige ser manejado con mucha prudencia en el momento de la inyección (riesgo de inyección intrarterial).
- Es capaz de desencadenar reacciones febriles.
- Puede ocasionar la aparición de trombos de tamaño considerable que exigen su evacuación rutinaria.
- Consiguientemente, existe un elevado riesgo de pigmentaciones residuales.
- Salicilato de sodio. Relativa debilidad de su poder esclerosante Dolor a la inyección efímero pero intenso Frecuente aparición de calambres por el vasospasmo producido en el territorio de la inyección.
- Glicerina crómica (Scleremo). Su gran viscosidad dificulta un poco la utilización de agujas muy finas El paso del líquido a la luz venosa provoca dolor Puede provocar ligeras hematurias cuando se sobrepasa la cantidad de solución normal (10 ml.). En ocasiones, se presentan trastornos oculares pasajeros que consisten en alteraciones del campo visual.
Posibles complicaciones de la esclerosis
Puede decirse que la esclerosis de las varices es un tratamiento inocuo pero, como en todo tratamiento pueden existir algunas complicaciones que en el caso de las telagiectasias son prácticamente inexistentes porque la menor luz del vaso implica la necesidad de una menor dosis de esclerosante y menor complicación o peligro.
Sin embargo, vamos a referirnos a las más generales, aunque raras:
- Lipotimia
- Intolerancia inmediata (náuseas)
- Intolerancia tardía (fiebre y estado seudogripal)
- Trastornos visuales (aunque rarísimos)
- Hematuria (con algunos esclerosantes ), aunque prácticamente inexistentes en las telangiectasias por las pequeñas dosis administradas
- Alergia local: expresión de la reacción esclerosante.
Reacciones locales
Leves:
- Flebitis: por error de dosis
- Hematoma: consecuencia de la extravasación sanguínea por insuficiente compresión al retirar la aguja, por fragilidad capilar o por el uso de agujas de grueso calibre
- Varicosidades secundarias que aparecen en forma de nuevas spiders o arañas vasculares en localizaciones cercanas a las tratadas y como consecuencia de la supresión de las vías anteriores
- Pigmentaciones residuales en la zona, debidas al efecto del esclerosante.
¿Cómo actuar ante las reacciones locales?
Así como en el caso de la esclerosis de varices, las reacciones locales sin ser frecuentes son más posibles y diversas, en el caso de las telangiectasias, el menor volumen del vaso anula casi completamente estas reacciones. Sin embargo, las pigmentaciones posteriores al tratamiento son las reacciones más frecuentes y a las que los especialistas han debido hacer frente con el tiempo.
Este tipo de reacciones llevaron a los angiólogos o flebólogos a probar con el láser o sus derivados (photoderm), aunque sin resultados satisfactorios en muchos casos.
El tratamiento con láser
En el tratamiento de las varículas y telangiectasias se ha utilizado clásicamente la electroterapia entre otras técnicas. Por medio de la alta frecuencia de la luz empleada, se consigue la coagulación de los pequeños vasos y consiguientemente su desaparición.
La distinta longitud de onda de los diferentes láseres ha hecho que se utilizaran aquéllos que por su longitud de onda tenían como órgano diana los vasos sanguíneos. El láser de argón, por ejemplo, demostró su utilidad en el tratamiento de telangiectasias faciales, aunque actualmente se utiliza particularmente en angiomas. Otros láseres que se han revelado útiles son el de colorante pulsado, el de vapor de cobre y kripton, el láser de Nd-Yag KTP de 532 nm de longitud de onda y algunos otros.
Pero si bien la mayoría de estos láseres se han revelado eficaces en el tratamiento de las telangiectasias faciales, en cambio no siempre han reivindicado esta eficacia en el tratamiento de telangiectasias en las piernas.
El photoderm
El photoderm es el nombre comercial del aparato que presenta luz pulsada no coherente, una luz parecida al láser aunque distinta físicamente. Actúa muy positivamente porque abre una nueva perspectiva. A diferencia del láser esta luz se emite en longitud de onda variable y su poder calorífico puede ser modulado en su intensidad a través de una serie de filtros. El photoderm tiene múltiples aplicaciones en el campo de la cirugía plástica y estética y en dermatología, tanto en lesiones pigmentarias como en depilación. Debe utilizarse con gafas especiales para la protección ocular. El tratamiento se desarrolla en varias sesiones. Se recomienda no exponerse al sol.
Los estudios iniciales parecían concluir que el photoderm venía a solucionar las lesiones pigmentarias residuales después de los tratamientos esclerosantes de arañas vasculares y varices. Pero una mayor profundización en la experiencia ha demostrado que estos resultados son menos satisfactorios de lo que se esperaba porque, mientras que en Alemania el photoderm actúa sobre pieles blancas no sometidas al sol, en España y, en particular en el Mediterráeno, la aplicación de photoderm en pieles morenas produce manchas despigmetadas difíciles de solucionar. Por esta razón, la mejor opción, por el momento parece ser la crioesclerosis y, además, el tratamiento se reduce a una sola intervención.
Algunos efectos secundarios del tratamiento de telangiectasias con fotocoagulación
Con algunos de estos métodos de fotocoagulación (láser y photoderm) pueden aparecer algunos efectos secundarios, generalmente leves, tales como:
- Dolor leve en personas sensibles
- Eritema o enrojecimiento que puede durar unas horas o algunos días
- Cambios de coloración de la piel, especialmente en personas morenas
- Inflamación excesiva, en raras ocasiones
- Señales o cicatrices permanentes, en muy pocos casos.
La crioesclerosis
La crioesclerosis es un método inventado por el doctor M Ripoll Sánchez de Palma de Mallorca, quien ideó un sistema microesclerosante con ayuda del frío. La crioesclerosis líquida mejora de tal forma los resultados que, con esta técnica, se consigue suprimir absolutamente las pigmentaciones posteriores al tratamiento.
La crioesclerosis se realiza con una pequeña jeringuilla que introduce un producto en la varícula igual que en la esclerosis antigua, pero no utilizamos una jeringuilla normal, sino lo que denominamos "criojeringuilla": una jeringuilla doble en cuyo compartimento interno lleva el esclerosante y en el externo un mantenedor de bajas temperaturas, ya que el producto esclerosante es previamente tratado con gas cárbonico para que su temperatura descienda a - 40 grados C. Así producirá una quemadura térmica en las paredes de las venas.
Nuestro interlocutor apunta que "las ventajas de esta técnica son sorprendentes. Porque con ella pueden eliminarse los vendajes, puede practicarse todo el año si se evita la exposición solar y desde luego, se evitan totalmente las pigmentaciones como rutina desgaradable consecuente al tratamiento esclerosante, las cuales tratábamos posteriormente con láser".
El procedimiento es exactamente el mismo que en la microesclerosis: la inyección en la varícula tensando la piel entre dos dedos de la mano izquierda mientras la derecha introduce el esclerosante. Se introduce la aguja y se inyecta la pequeña cantidad de líquido destinado a obturar el vaso. Se observará un cambio de color que pasará del rojo al blanco y viceversa. Sin embargo, en la crioesclerosis, antes de la aplicación, se ha introducido nieve carbónica del compresor en el recipiente de PVC que existe alrededor de la jeringuilla, la cual enfría el producto esclerosante.
"La crioesclerosis, añade el doctor Eusebio Sala Planell, es una aportación terapéutica que supera en sus resultados a los demás tratamientos de las telangiectasias o varicosidades de pequeño calibre. En muchos casos, se usan diversas técnicas combinadas, desde la clásica cirugía a la microcirugía, la fleboctomía ambulatoria, la esclerosis varicosa o la microesclerosis, todas ellas combinadas con la crioesclerosis. Así que sólo el diagnóstico diferencial hará posible la selección de la técnica más adecuada con el fin de obtener los máximos resultados con la mínima intervención. Para ello, es imprescindible un conocimiento profundo de la patología venosa y la puesta en evidencia de este diagnóstico a través de técnicas que hoy tenemos tan depuradas como son el Doppler o el Eco-Doppler que nos facilitan enormemente nuestro trabajo".
Trastornos de origen arterial: ¿cómo se producen?
Los problemas circulatorios en las piernas de origen arterial se sitúan en los vasos de la circulación de salida del corazón hacia las extremidades, contrariamente a los de origen venoso que hsmos visto hasta ahora, que se refieren a la sangre que está camino de vuelta hacia el corazón.
La enfermedad arterial se manifiesta generalmente con la aparición del síntoma de las "piernas pesadas", un dolor que suele producirse en los músculos de la pantorrilla después de haber andado una cierta distancia.
Uno de los trastornos de origen arterial es la arteriosclerosis, que afecta únicamente a las extremidades y presenta unos primeros síntomas ligeros y escasos.
Otros trastornos de las piernas que generan deformidad de las mismas son los problemas ortopédicos de los pies que pueden ser responsables de una mala circulación en las extremidades inferiores. La terapia imprescindible para evitar males mayores será la de ponerse unas plantillas adecuadas cuando se
an necesarias o bien, un tratamiento adecuado, diagnosticado por un especialista. Otras patologías que afectan los pies y que pueden repercutir en un irregular apoyo con la consiguiente deformidad de las piernas es la artritis - afección que provoca que los dedos de los pies con frecuencia estén hinchados y los pies sean sudorosos y calientes -. En estos casos conviene descansar y aplicar calor en la zona dolorida, así como realizar suaves ejercicios. Otra enfermedad que afecta a los pies, es la gota, pero que la padecen mayoritariamente aquellos hombres que tienen tendencia a beber y comer en demasía. El responsable de la gota es el ácido úrico que se deposita en los pies.
Las llamadas enfermedades nodulares de las piernas son un conjunto de afecciones vasculares que forman nódulos duros, compactos y rojizos. De entre ellas, y localizado en las pantorrillas de ambas piernas, aparece el llamado eritema indurado de Bazin, que casi siempre se presenta en mujeres jóvenes y en épocas de invierno y se manifiesta con la aparición de nódulos rojizos, tensos y dolorosos.
Otra afección perteneciente a este grupo es la vasculitis nodular, donde los nódulos son más profundos y un poco más inflamados, y acostumbran a aparecer en mujeres de mayor edad. Con la llegada del frío, son frecuentes también los sabañones o perniosis, ocasionando en algunos de los casos, unos fuertes dolores. Afortunadamente, con la llegada del verano estos síntomas desaparecen.
Otra patología más complicada es la flebitis, producida mayoritariamente por algún problema en el enlentecimiento de la circulación de la sangre como consecuencia del reposo en cama, estando enfermo o en un post-operatorio. Pero tampoco es nada raro que ésta se presente en personas sanas, que yendo por la calle, o al hacer algún esfuerzo deportivo, noten de golpe, un intenso dolor, como si algo les hubiese atravesado la pantorrilla.
Por último, no hay que olvidar dentro de este gran grupo de enfermedades de las piernas, los problemas linfáticos, que pueden derivar en la elefantiasis (piernas excesivamente gruesas) o en un lipodema, un exceso de grasa simétrico en las dos piernas.
Estos problemas tienen únicamente una solución estética quirúrgica así como el tratamiento adecuado para resolver la causa de los mismos.
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