Paloma Mora Vicente
La causa que provoca este tipo de cáncer no es del todo conocida. Sí que se han estudiado determinados factores que influyen en su aparición.
Factores ambientales
La exposición excesiva al sol influye en la aparición de estos cánceres. Personas que trabajan en el exterior, como agricultores y marineros, presentan una mayor incidencia. Se suelen producir en la piel expuesta, frecuentemente en cabeza y cuello.
Aunque la luz solar ayuda a sintetizar las vitaminas A y D, la exposición excesiva, produzca o no quemaduras, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel, incluyendo el melanoma maligno.
Existe una correlación entre el riesgo de melanoma y la latitud. También influye el período de tiempo durante el que ha vivido una persona en países de latitudes ecuatorianas, lo que significa una exposición excesiva al sol mantenida durante un período de la vida.
No sólo influye la exposición prolongada sino que una exposición intensa al sol, puntual, durante unas vacaciones por ejemplo, constituye un factor de riesgo tanto de carcinoma basocelular como de melanoma.
Los melanomas difieren de los tumores malignos de la piel de tipo no melanoma con respecto al sexo, edad y localización corporal. La mayor parte de los melanomas malignos cutáneos no ocurren en zonas que reciben la dosis ultravioleta acumulada mayor.
Aunque no se conoce exactamente cuál es el esquema más peligroso de exposición al sol, algunos estudios apoyan la hipótesis de que la exposición intensa e intermitente a la radiación ultravioleta de la piel que se encuentra normalmente protegida es la responsable de la formación del melanoma.
La edad también parece influir y las quemaduras producidas por el sol antes de los 15 años aumentan el riesgo de melanoma al doble.
Características físicas
Las personas de raza blanca de origen escocés, inglés o irlandés con el pelo rubio o rojizo, los ojos claros y abundantes pecas son especialmente susceptibles.
El melanoma es muy raro en la población negra u oriental siendo predominante, cuando se da, en zonas poco pigmentadas como las palmas y plantas y su pronóstico es peor.
La sensibilidad de la piel al sol y la dificultad para broncearse aumentan el riesgo de melanoma.
La reacción cutánea a la luz solar se relaciona con factores como la pigmentación de la piel, el número de pecas en la infancia o edad adulta y el número de nevus (formaciones parecidas a lunares y que son tumores melanocíticos benignos), constituyendo todos ellos factores de riesgo para el melanoma maligno cutáneo.
La mayor incidencia de nevus en individuos de raza blanca conduce a la idea de que la radiación ultravioleta desarrolla un papel importante en el desarrollo de nevus. Se ha comprobado la existencia de mayor número de nevus en zonas de la piel expuestas al sol que en zonas protegidas, asociándose su aumento con una mayor propensión a quemarse que a broncearse, el número de quemaduras solares, la tendencia a las pecas y el estilo de vida relacionado con una mayor exposición solar. Una persona con piel sensible al sol, más de 150 nevus melanocíticos y algún nevus displásico (con aspecto microscópico similar a las células malignas del melanoma), podría presentar 50 veces más riesgo de melanoma que otra persona sin estas características.
Factores genéticos
El síndrome del carcinoma basocelular nevoide es un trastorno hereditario en el que los pacientes desarrollan un gran número de carcinomas basocelulares desde la segunda década de la vida y que, finalmente, afectan a cualquier zona de la piel.
El xeroderma pigmentoso es un trastorno hereditario que se produce por una alteración en la reparación del ADN, se asocia también con la aparición de carcinomas cutáneos múltiples.
En el melanoma maligno cutáneo se ha descrito una predisposición familiar. El riesgo estimado de presentarlo es del 70% en pacientes con melanosis neurocutánea y distintos tipos de xeroderma pigmentosum, del 1% en hijos de pacientes con melanoma solitario no familiar y del 6% en familias con síndrome del nevus displásico e historia de dos o más melanomas malignos.
Inmunosupresión
Aquellas personas que han sido tratadas con medicinas que deprimen su sistema inmunológico tienen mayor predisposición a desarrollar un melanoma.
Sobreexposición a lámparas y cabinas bronceadoras
Las lámparas y cabinas bronceadoras son una fuente de radiación ultravioleta. Una exposición excesiva aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Edad
Aproximadamente la mitad del número de casos de melanomas se presenta en personas mayores de 50 años.
Otros factores
La exposición a carcinógenos, los traumatismos o cicatrices, las lesiones por radiación crónica y las infecciones virales son algunos de los factores predisponen la aparición del cáncer de piel.
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