Paloma Mora Vicente
La rinoplastia es la cirugía que modifica la forma de la nariz y es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentemente realizados en cirugía plástica. La rinoplastia puede disminuir o aumentar el tamaño de la nariz, cambiar la forma de la punta o del dorso, estrechar los orificios nasales o cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior. También corrige los problemas congénitos, los traumatismos y algunos problemas respiratorios.
¿Quién es el candidato ideal para someterse a una rinoplastia?
Los candidatos ideales para someterse a una rinoplastia son aquellas personas que buscan una mejoría, y no la perfección absoluta, en su aspecto. Un buen candidato es aquel cuyo estado general de salud es bueno, tiene estabilidad psicológica y es realista en sus expectativas. La rinoplastia mejorará la apariencia y la confianza en uno mismo, pero no consigue que el paciente se parezca a otra persona o que sea tratado de manera diferente. Antes de decidir si se va a realizar una rinoplastia, el paciente debe pensar qué quiere conseguir y transmitírselo a su cirujano.
Antes de una rinoplastia | Tras una rinoplastia: el paciente presenta una nariz más equilibrada |
¿Cómo se desarrolla la operación?
La rinoplastia se realiza siempre en el quirófano, dentro de una clínica u hospital. Normalmente, se permanece en la clínica la noche después de la cirugía y se da el alta al día siguiente.
La rinoplastia puede realizarse bajo anestesia local con sedación, o lo que es más frecuente, con anestesia general, dependiendo de la complejidad de la cirugía y de las preferencias del cirujano. Si se realiza con anestesia local y sedación, el paciente se siente relajado y la nariz y sus alrededores están insensibles al dolor. Con anestesia general, el paciente está dormido durante la operación.
Una rinoplastia suele durar entre 1 y 2 horas, aunque en casos complejos puede llevar más tiempo. Durante la cirugía, la piel de la nariz se separa de su soporte, compuesto por hueso y cartílago, que es esculpido con la forma deseada. Finalmente la piel es redistribuida sobre este nuevo soporte. Puede realizarse desde dentro de la nariz, haciendo unas pequeñas incisiones en el interior de los orificios nasales o mediante una rinoplastia abierta, sobre todo para los casos más complejos, en la que se realiza una pequeña incisión en la columela.
Cuando se completa la cirugía, se coloca una escayola de yeso u otro material, que ayudará a mantener la nueva forma de la nariz. También se colocan tapones nasales en ambos orificios para evitar el sangrado y estabilizar el tabique nasal.
En ocasiones, si la base de la nariz es muy ancha, puede ser necesario extirpar unas pequeñas cuñas de piel. |
Las incisiones se realizan en el interior o en la base de la nariz, permitiendo remodelar los cartílagos y huesos de la nariz. |
Volver a la normalidad después de operarse la nariz
Tras la cirugía, y sobre todo, durante las primeras 24 horas, puede sentir la cara hinchada, molestias sobre la nariz y dolor de cabeza, que ceden con medicación. El paciente debe permanecer tumbado con la cabeza elevada durante el primer día (excepto para ir al baño) y durante los 3 ó 4 días posteriores deberá dormir con la cabeza un poco incorporada. Notará que la hinchazón y los hematomas alrededor de los ojos aumentan hasta alcanzar un máximo a los 2 ó 3 días. Aplicándose compresas frías disminuirá la hinchazón y se encontrará mejor. En cualquier caso, se sentirá mejor de lo que pueda parecer por su aspecto.
La mayoría de los hematomas y de la hinchazón desaparecerá en unas 2 semanas (una mínima hinchazón, prácticamente solo perceptible por su cirujano, podrá durar unos meses). Es normal que durante los primeros días se produzca un ligero sangrado por la nariz. No deberá sonarse la nariz con fuerza durante una semana, más o menos, hasta que los tejidos cicatricen. Si tiene tapones en la nariz, éstos serán retirados en 1 ó 2 días, tras lo cual el paciente se encontrará mucho mejor. Después de una semana, o como mucho dos, se le retirará la escayola, y los puntos de piel, si es que tiene.
La mayoría de los pacientes que se someten a una rinoplastia se encuentran bien en 2 días y pueden volver a las actividades diarias en una semana más o menos. Sin embargo, no se deberán realizar algunas actividades hasta que no pasen algunas semanas.
El paciente recibe instrucciones concretas con algunas recomendaciones como: evitar actividades extenuantes (footing, natación, hacer flexiones,...) durante 2 a 3 semanas, evitar golpes en la nariz y tomar el sol durante 8 semanas, lavarse la cara y maquillarse con cuidado. Puede volver a colocarse lentillas tan pronto como quiera, pero si lleva gafas debe tomar ciertas precauciones. Si tuviese alguna molestia entre visitas o alguna duda sobre lo que debe o no hacer, es preciso consultar con el cirujano.
¿Existen riesgos en la rinoplastia? ¿Hay garantías?
Las complicaciones son infrecuentes y de poca importancia. No obstante, siempre existen posibilidades de complicaciones, como infección, sangrado por la nariz o reacciones a la anestesia. Se pueden minimizar los riesgos siguiendo de manera cuidadosa las instrucciones que del cirujano, tanto antes como después de la cirugía. En ocasiones, tras la cirugía pueden aparecer pequeños puntitos rojos sobre la piel, que son pequeños vasos rotos; generalmente son muy pequeños, pero son permanentes. No hay problemas relacionados con las cicatrices, ya que las incisiones están en el interior de la nariz; incluso en la rinoplastia abierta la cicatriz es imperceptible. Aproximadamente, en 1 de cada 10 casos es preciso realizar una revisión quirúrgica para corregir defectos menores.
¿Cuáles son los resultados de una rinoplastia?
Durante los primeros días después de la cirugía, cuando la cara está hinchada y con hematomas, es fácil olvidarse de que el aspecto va a mejorar y muchos pacientes pueden sentirse algo deprimidos; es un sentimiento normal. Día a día el aspecto mejora y el paciente comienza a sentirse más contento. En 1 ó 2 semanas, no parecerá que se haya sometido a una cirugía. La mejoría es progresiva y gradual, aunque una mínima hinchazón puede mantenerse, sobre todo en la punta, durante unos meses. El resultado definitivo se obtiene en 1 año aproximadamente.
No se puede emitir un juicio sobre el resultado de una rinoplastia hasta que no hayan transcurrido varios meses, incluso un año. Este es el tiempo que precisan los tejidos para estabilizarse y las cicatrices para realizar su proceso de maduración. La intención de la rinoplastia es que la "nueva" nariz no llame la atención y se integre plenamente en el contexto general de la cara produciendo un conjunto armónico y agradable, es decir, que no se detecte que ha sido intervenida.
En alguna ocasión, ya sea por graves alteraciones anatómicas iniciales, por trastornos en la cicatrización de los tejidos, por traumatismos postoperatorios, etc., no se consigue la perfección del resultado (asimetrías, irregularidades en el contorno nasal, etc.) por lo que puede ser necesario un retoque quirúrgico que en tal caso se realizará a partir de los seis meses.
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