Servicio de Aparato Digestivo

¿Qué son?

Los pólipos de colon son unas protuberancias que salen de la pared del intestino grueso o colon. Su forma puede ser pediculada (están colgando de un tallo) o sesil (protuyen de la pared de forma directa). Los pólipos de colon pueden ser de distintos tipos. Durante la endoscopia es difícil saber de qué tipo de pólipo se trata, por lo que es necesario hacer un análisis microscópico para determinar cuál es la estirpe del pólipo.

¿Qué debe hacerse con los pólipos de colon?

En general los pólipos se pueden resecar durante la colonoscopia, salvo en ocasiones en que el tamaño o la localización hacen imposible la resección endoscópica. Una vez extraídos durante la colonoscopia (polipectomía), los pólipos deben ser enviados a analizar por el patólogo. Es muy importante conocer que tipo de pólipo es el que hemos resecado porque según esta característica el seguimiento del paciente será diferente.

¿Qué tipos de pólipos de colon existen?

Existen dos tipos principales de pólipos:

• Pólipos benignos: son la mayoría de los pólipos que se observan en la colonoscopia. El tejido que forma estos pólipos no es canceroso y por tanto, una vez extraído el pólipo en su totalidad el problema está completamente resuelto. Dentro de los pólipos benignos hay distintos tipos de tejidos:
  • Pólipos adenomatosos: como ya hemos dicho son pólipos benignos, pero que tienen capacidad de degeneración, es decir, que de haberlos dejado en el colon, podrían transformarse en cáncer de colon. Su detección y extracción realmente es muy eficaz en prevenir el cáncer de colon.
  • Pólipos hiperplásicos: son pólipos con muy escasa capacidad de degeneración, por lo que su detección comporta mucho menos riesgo que la detección de pólipos adenomatosos.
  • Otros pólipos (serrados, miomas, lipomas): en general, no tienen capacidad de degenerar por lo que su detección no supone ningún riesgo posterior.
• Pólipos malignos: son pólipos que al resecarse se comprueba que ya tienen células cancerosas. En ocasiones, estas células pueden estar limitadas en el pólipo y se puede demostrar que el pedículo o tallo del pólipo esta limpio de estas células, con lo que la polipectomía endoscópica puede ser suficiente y no requiere ningún otro tratamiento. Aun así, los pacientes en los que se detecta un pólipo maligno son controlados de forma mucho más estricta. En otras ocasiones las células cancerosas no se limitan al pólipo y puede ser necesario realizar una intervención quirúrgica para acabar de resecar todo el tejido maligno.

¿Qué síntomas dan los pólipos de colon?

Los pólipos de colon no suelen dar ningún tipo de síntoma, excepto cuando ya son grandes y pueden obstruir la luz del intestino o pueden ulcerarse y sangrar. En general los pólipos se detectan cuando se hace una colonoscopia por cualquier motivo, y en especial cuando se hace para prevenir el cáncer de colon. Su detección y extracción ha demostrado ser muy eficaz en evitar la aparición del cáncer de colon. Una vez detectado un pólipo es necesario realizar controles, cuya periodicidad dependerá del tipo, tamaño y número de pólipos detectados.