Quimioterapia

El objetivo de la quimioterapia es destruir las células que componen el tumor, con el fin de lograr la reducción de la enfermedad.

Estos fármacos llegan prácticamente a todos los tejidos del organismo, y ahí es dónde ejercen su acción, tanto sobre las células malignas como sobre las sanas.

El proceso de división de las células sanas, normalmente, está estrictamente regulado por unos mecanismos llamados de control, que le indican a la célula cuándo dividirse o cuándo permanecer estable.

En general, la quimioterapia actúa en la fase de división de la célula tumoral impidiendo su multiplicación y destruyéndolas. Con el tiempo, esto se traduce en una disminución o desaparición del tumor maligno.