Prótesis de rodilla
La mayoría de los reemplazos de rodilla se realizan en casos de artrosis avanzadaLa mayoría de los reemplazos de rodilla se realizan en casos de artrosis avanzada, cuando la enfermedad ha dañado la articulación y, realizar un pequeño ejercicio como puede ser caminar, se convierte en un acto doloroso y que requiere un gran esfuerzo.
En un índice menor de casos, los reemplazos de rodilla pueden realizarse debidos a enfermedades inflamatorias reumáticas o bien por necrosis ósea (infartos del hueso).
- ¿Qué es la artrosis?
Definimos la artrosis como una enfermedad degenerativa de la articulación en la que se pierde el cartílago articular que cubre el hueso en las zonas de contacto. La artrosis es una enfermedad lenta y progresiva que produce un desgaste progresivo de la articulación hasta prácticamente su destrucción. La artrosis afecta mayoritariamente a personas de entre 65 y 80 años, pero puede variar en función del peso, la actividad del paciente y la anatomía de la rodilla. Afecta, en la mayoría de casos, a más mujeres que a hombres.
A medida que la artrosis avanza y hay una pérdida del cartílago de la articulación que lleva al contacto hueso con hueso, el paciente sufre un mayor dolor y su calidad de vida se ve mermada. En fases iniciales, este dolor puede tratarse con antiinflamatorios. Cuando la artrosis se encuentra en fases avanzadas y el dolor es incapacitante es el momento de realizar un reemplazo de rodilla.
- ¿Cómo se determina el grado de la lesión?
En primer lugar, el especialista le realizará un breve interrogatorio y una exploración clínica. Para completar el diagnóstico, debe solicitar radiografías, dónde podrá comprobar la pérdida de cartílago. En determinados casos también es necesario realizar una resonancia magnética o una TAC.
- ¿Cuándo debo operarme?
La cirugía se realiza en casos de artrosis avanzada cuando el paciente pierde capacidad funcional y calidad de vida en las actividades de la vida diaria. En todo caso, será el especialista el que hará la indicación de la prótesis y el propio paciente el que decidirá el momento de operarse.
- ¿Qué tipo de prótesis se colocan?
Las prótesis que se utilizan en estos reemplazos intentan reproducir el movimiento normal de la rodilla. Básicamente existen dos tipos de prótesis:
- Prótesis unicompartimentales. El reemplazo parcial de rodilla se realiza en aquellos casos en que la degeneración del cartílago afecta solamente uno de los tres compartimientos que forman la rodilla y, por tanto, solamente debe substituirse el compartimento afectado puesto que el resto de la articulación está bien conservada. La correcta selección de los pacientes es fundamental para lograr un buen resultado. De hecho, esta técnica está indicada sólo en alrededor de un 10% de los casos.
- Prótesis totales. En el reemplazo total de rodilla se substituyen los extremos óseos del fémur y la tibia por componentes protésicos. Estos elementos se articulan entre si y con la rótula, que en algunas ocasiones también es substituida, en función de las deformidades, los daños o del criterio del cirujano. Existen diferentes tipos de prótesis totales, su elección dependerá de las características del paciente, su edad, la calidad y estructura de los huesos, la laxitud ligamentosa, etc.
La mayoría de las prótesis están realizadas con componentes de plástico (polietileno de alta densidad) y metal (aleación de cromo-cobalto) con el objetivo de que las piezas se deslicen una con otra a semejanza de un cartílago sano, de manera que el paciente pueda realizar los movimientos normales de la rodilla. Los componentes protésicos se sujetan al hueso mediante un "cemento" (Polimetilmetacrilato) que produce una fijación inmediata de la prótesis.
- ¿Cuánto tiempo estaré ingresado?
El ingreso hospitalario suele ser de unos seis días, pero podrá variar en función de la evolución.
- ¿Tendré que hacer rehabilitación?
Es importante realizar un programa específico de rehabilitación, que deberá ser diseñado por el especialista y dirigido por el fisioterapeuta. Por norma general, las primeras cuatro semanas posteriores a la intervención realizará la rehabilitación de forma diaria, y después podrá realizar sesiones intermitentes durante cuatro semanas más.
En la mayoría de los casos, seis semanas después de la cirugía podrá realizar la mayoría de las actividades de la vida cotidiana, sin ayuda de muletas.
La recuperación no es un procedimiento lento, no requiere muchos meses, ni es un proceso doloroso.
- ¿Podré practicar ejercicio físico?
Salvo contraindicación, podrá realizar ejercicio físico de forma moderada. Los deportes de impacto no son recomendables, ya que el desgaste de la prótesis es mayor y puede ser necesario un recambio de prótesis antes de lo habitual.
- ¿Cuál es la duración de una prótesis?
Esta es una pregunta frecuente en la consulta. Los pacientes quieren conocer en que momento deberán realizar el recambio de prótesis. La respuesta depende de cada caso, ya que puede variar en función del nivel de actividad de la persona o sus necesidades funcionales.
En la mayoría de los casos, una prótesis puede tener una duración de entre 15 y 20 años. El trabajo realizado por el cirujano en el quirófano y el uso que haga el paciente de la prótesis son los dos factores más decisivos para determinar la duración.
- ¿A qué edad puede realizarse un reemplazo de rodilla?
Los pacientes que sufren artrosis viven con un dolor que a menudo les impide realizar las actividades cotidianas con normalidad. No existe una edad determinada a partir de la cuál puede hacerse un reemplazo de rodilla, si no que ese momento debe determinarse en función del grado de la lesión y el dolor del paciente.
A pesar de que en la mayoría de ocasiones, los pacientes tienen más de 60 años; ello no quiere decir que un paciente de 50 años deba sufrir un dolor continuo a la espera de cumplir los 60 y poder realizar el reemplazo. La prótesis debe ponerse en el momento en que sea necesario. Su especialista así se lo indicará.