Enfermedades que tratamos
Las enfermedades inflamatorias y autoinmunes sistémicas tienen una elevada prevalencia en la población general
Los estudios epidemiológicos apuntan que más del 20% de la población sufre alguna de estas enfermedades, es decir a 1 de cada 5 personas. Como su nombre indica, se trata de patologías que presentan múltiples puntos de interrelación, tanto clínicos como fisiopatológicos: el fenómeno de autoinmunidad, las variables genéticas compartidas y las alteraciones inmunológicas.
La lista de enfermedades es muy amplia: el Lupus Eritematoso Sistémico, el Lupus Cutáneo, el Síndrome Antifosfolípido, la Artritis Reumatoide, las Espondiloartropatías, la Espondilitis Anquilosante, la Psoriasis, la Artritis Psoriásica, el Síndrome de Sjögren o también llamado Síndrome Seco, las Vasculitis Sistémicas, las Vasculitis Cutáneas, la Polimialgia Reumática, la Arteritis de Horton, las Enfermedades Inflamatorias Intestinales: Enfermedad de Crohn, la Colitis Ulcerosa, las Hepatopatías Autoinmunes, la Dermatomiositis, las Miopatías Inflamatorias, la Enfermedad Mixta del Tejido Conectivo, la Esclerosis Sistémica o también llamada Esclerodermia; por citar las más prevalentes en nuestro medio.
Cada una de estas enfermedades presenta características propias, puede afectar varios órganos diana según la genética del paciente y precisa en cada caso un control más exhaustivo por el especialista implicado.
Las consecuencias de estas enfermedades no son desdeñables. Si bien actualmente el uso de fármacos inmunomoduladores permite alcanzar la remisión de la enfermedad en la mayor parte de los casos y un buen control durante la vida del paciente, los efectos adversos de dichas medicaciones y las secuelas de la inflamación representan una importante carga tanto física como psíquica en el paciente y su entorno cotidiano, afectando sustancialmente a su calidad y esperanza de vida.