Control de la alergia al polen. Entender y gestionar la polinosis en primavera
El conocimiento científico de la sintomatología alérgica desarrollada por los pólenes es muy reciente en la historia de la medicina. La sintomatología nasal conocida como rinitis se confunde hasta finales del siglo XVII y se sospechaba que el nombrado resfriado nasal correspondía a la destilación de líquido cerebral. En esta época se pudo identificar la rinitis alérgica primaveral con las flores y se define como el "catarro de las rosas". Posteriormente, se nombró como "fiebre del heno", ya que se pensaba que había una relación con el heno acabado de segar.
En el 1819 John Bostock en Londres expone su propia enfermedad polínica con afectación periódica de los ojos y del pecho y la nombra "catarro de verano" (Catarrhus aestivus). Finalmente, en el año 1873 Charles Harrison Blackley demostró que el polen era la causa de la errónea nominación de fiebre del heno. En la actualidad, se conoce como polinosis o alergia al polen, y es una enfermedad con una alta prevalencia en todo el mundo.
El polen
Las enfermedades respiratorias alérgicas, la rinitis y/o conjuntivitis son las más frecuentes en primavera. Del total de las rinitis alérgicas en el mundo occidental el 75% están ocasionadas por pólenes.
Los pólenes son estructuras celulares de tamaño microscópico producidas por las flores de plantas y árboles y que sirven para la reproducción. Representan el elemento sexual masculino, el cual debe unirse a la porción femenina de la flor para su fecundación. Para realizar esta función, determinadas plantas y árboles producen grandes cantidades de polen que es liberado a la atmósfera (pólenes anemófilos) y que, transportados por el aire, le permiten alcanzar las estructuras femeninas situadas en plantas distantes.
Con la llegada del buen tiempo se inicia el proceso de polinización, es decir, la producción y liberación de los pólenes al aire y por consiguiente la posibilidad de ponerse en contacto con nuestro organismo y ser inhalados.
La polinización depende también de otros factores: a nivel del mar los pacientes suelen encontrarse mejor, ya que el viento (si sopla el mar) arrastra el polen hacia el interior. La polinización puede ser progresiva si la temperatura se incrementa en primavera de manera gradual, pero puede haber picos de polen que aparecen de forma brusca cuando en pocos días se dan elevaciones de 8-10 º C de temperatura.
En la actualidad es conocido que la emisión de partículas contaminantes procedentes de las calefacciones y de los motores diésel altera la estructura del polen y hace que este genere proteínas de estrés, como mecanismo de defensa y aumente su capacidad de inducir una respuesta alérgica en personas susceptibles. Asimismo, los altos niveles de contaminación de las ciudades favorecen el fenómeno de inversión térmica, que impide a los pólenes abandonar la atmósfera e incrementa el tiempo de exposición a ellos.
Los alérgenos que son transportados por el aire, como los pólenes y la contaminación, pueden desencadenar la inflamación tanto en la vía respiratoria alta como en la vía respiratoria baja. De hecho, hasta un 40 por ciento de los pacientes con rinitis alérgica tendrán asma concomitante y un 90 por ciento de los pacientes con asma tienen rinitis.
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Recomendaciones para las personas alérgicas al polen
La alergia al polen es una condición que, con el conocimiento adecuado y medidas preventivas, puede ser manejada efectivamente. Entender los factores que influyen en la polinización y cómo estos afectan la alergia al polen es clave para reducir la exposición y mitigar los síntomas. Con la llegada de la primavera, es esencial para las personas alérgicas adoptar estrategias que les permitan disfrutar de esta estación con mayor bienestar.
Recomendaciones para personas alérgicas al polen
- Evitar actividades al aire libre durante las épocas de mayor polinización, especialmente en las mañanas.
- Conocer el tipo de polen al que se es alérgico y las épocas de polinización puede ayudar a prepararse mejor.
- Uso de aire acondicionado y mantenimiento de ventanas cerradas en casa.
- Aplicar filtros HEPA en el hogar y filtros antipolen en el coche.
- Evitar el contacto directo con áreas recién cortadas de césped y usar protección como mascarillas y gafas.
Conocer la situación y actuar
En Catalunya disponemos de los resultados de los niveles de pólenes, con carácter semanal, y recogidos en 9 colectores situados en diversas localidades, que elabora el PIA, Punt d’Informació Aerobiológica de la UAB, en colaboración con laboratorios Leti Pharma y con la dirección de la Dra. Belmonte. En Catalunya, y en el litoral mediterráneo, los pólenes más frecuentes son la parietaria, el olivo y las gramíneas.
En Barcelona y en algunas otras poblaciones (Girona, Igualada, etc.) predominan los pacientes alérgicos al plátano de sombra, en los últimos años aumenta la sensibilización al polen de ciprés (arizónica).
La Unidad de Alergia del Centro Dr. Coromina
La Unidad de Alergia de Centro Coromina está dirigida por el Dr. Alfons Malet i Casajuana y cuenta con una amplia experiencia en las técnicas diagnósticas y terapéuticas de las enfermedades alérgicas. En la Unidad se realizan los estudios alergológicos de todas las patologías alérgicas: pediátricas y del adulto; para ello disponen de los alérgenos diagnósticos adecuados para el estudio de la alergia respiratoria (Rinoconjuntivitis, Asma bronquial…), alergia alimentaria, alergia a fármacos, alergia a insectos (picaduras de himenópteros) y alergia cutánea (urticaria, angioedema, dermatitis de contacto, dermatitis atópica…).