¿Qué hay detrás de un abdomen hinchado?
Hablamos con el Dr. Fermín Mearin, especialista del Aparato Digestivo en Centro Médico Teknon, para que nos explique las causas más comunes de este problema.
La distensión e hinchazón abdominal son síntomas muy frecuentes. Su intensidad es muy variable: a algunas personas apenas les molestan mientras que a otras les altera mucho sus actividades cotidianas y la calidad de vida.
La distensión/hinchazón abdominal puede aparecer en cualquier momento del día, pero es frecuente que sea menor por la mañana, aumente por la tarde, y sea más intensa tras las comidas.
¿La hipersensibilidad visceral (suelen sufrirla las personas con colon irritable) puede ser causa de distensión o hinchazón abdominal?
Sí, es muy frecuente que los pacientes con colon irritable (mejor denominado síndrome del intestino irritable) tengan un aumento de sensibilidad en el intestino. Por tanto, pueden percibir como molestos o dolorosos estímulos que no deberían serlo: una comida de cantidad y composición normal, gases digestivos que todos tenemos, movimientos naturales del colon, etc. Así, en muchas ocasiones, los pacientes con síndrome del intestino irritable tienen más una percepción anómala de fenómenos normales que una percepción normal de fenómenos anormales.
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En el caso de la distensión y la hinchazón abdominal lo primero es establecer cuál es la diferencia entre ambos términos. Distensión abdominal es el aumento objetivo y medible del perímetro abdominal. Por el contrario, la hinchazón abdominal es la sensación (por tanto subjetiva) de estar inflado, pesado o lleno; puede acompañarse o no de distensión.
Una vez explicado esto, es fácil comprender la importancia de la hipersensibilidad visceral en la hinchazón abdominal pero no en la distensión.
¿Una intolerancia alimentaria también puede estar detrás del problema?
Es muy frecuente que los pacientes relacionen determinados síntomas con la ingesta de algunos alimentos. Este hecho puede deberse a diversos motivos: en algunas ocasiones es la consecuencia de una auténtica alergia alimentaria, en otras es debida a una malabsorción de ciertos carbohidratos, en muchos casos se trata de una intolerancia a determinados alimentos, y – a menudo - sólo es el fruto de la casualidad.
A este respecto hay que recordar que se define como alergia alimentaria la respuesta inmunológica inducida por las proteínas de algunos alimentos. Se distingue de la intolerancia alimentaria (que es mucho más frecuente) porque ésta es una reacción no inmunológica producida por los constituyentes de algunos alimentos como las toxinas o agentes farmacológicos (por ejemplo la cafeína). Por otro lado, la malabsorción es el defecto de la absorción de los nutrientes desde la luz intestinal hasta la linfa o la sangre, y el término maldigestión se reserva para los casos en que la absorción intestinal se halla alterada como consecuencia del déficit de determinados fermentos digestivos.
Tanto la malabsorción de lactosa, como la de fructosa o sorbitol, pueden producir hinchazón y distensión abdominal. En España la deficiencia de lactasa ocurre en el 20-30% de las personas. El sorbitol y la fructosa son azúcares que se encuentran presentes - en distintas proporciones - en la fruta y también se utilizan como edulcorantes de bebidas, mermeladas y productos dietéticos.
No hay ninguna prueba que sea verdaderamente útil para establecer las intolerancias alimentarias ("qué alimentos sientan mal"). No hay datos científicos suficientes que demuestren que los análisis en sangre para inmunoglubulina G (IgG) son útiles. La prueba más eficaz y sencilla para el diagnóstico de malabsorción alimentaria es el test del aliento. Consiste en obtener muestras de aire espirado (soplando) tras la administración de una cantidad conocida del hidrato de carbono a estudiar (lactosa, fructosa, sorbitol, etc)..
¿En qué medida una microbiota alterada puede favorecer también la distensión abdominal?
La microbiota afecta, para bien y para mal, múltiples actividades de nuestro organismo. En condiciones normales es beneficiosa y participa en diversas actividades que favorecen nuestro metabolismo y nuestro sistema inmunitario. Sin embargo, cuando se altera, por ejemplo aumentando su capacidad fermentativa, puede producir molestias digestivas. Una microbiota excesivamente fermentativa produce un aumento de gases cuando se ingieren fibras o hidratos de carbono. Todo ello favorece la distensión e hinchazón abdominal. Por estos motivos, tomar ciertos probióticos (como Bifidobaterium infantis) es útil en estos casos.
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