¿Qué es la epilepsia?
Una crisis epiléptica es la descarga anormal, excesiva y sincronizada de un grupo de neuronas. La descarga puede permanecer limitada a un área del cerebro (crisis focal) o extenderse a la totalidad del cerebro (crisis secundariamente generalizada). En ciertas epilepsias, las crisis comienzan simultáneamente en todo el cerebro (crisis primariamente generalizadas).
¿Cuáles son los síntomas de la epilepsia?
Los síntomas de las crisis epilépticas van a depender de cuál sea el área cerebral activada por las descargas neuronales excesivas. Por ejemplo, durante las crisis pueden producirse:
- Síntomas motores. Por ejemplo, sacudidas de un brazo o una pierna, si se activa el área motora primaria.
- Síntomas sensitivos. Por ejemplo, hormigueos que pueden ascender por un brazo o una pierna, si se activa el área sensitiva primaria.
- Síntomas visuales. Luces en una parte del campo visual, alteración de la forma de los objetos, etc., si se afectan las áreas cerebrales visuales primarias y de asociación.
- Síntomas psíquicos. Miedo, ansiedad, sensación de haber vivido antes una situación, etc., si se afectan circuitos cerebrales involucrados en las emociones y la memoria como el circuito límbico.
Convulsiones
Una convulsión (o crisis generalizada tónico-clónica) se produce cuando las descargas cerebrales se extienden a la totalidad del cerebro. El paciente pierde el conocimiento, puede emitir un gemido, cae al suelo si se encuentra de pie, y extiende uno o ambos brazos (fase tónica), tras lo cual presenta sacudidas rítmicas y repetitivas de brazos y piernas (fase clónica). Las sacudidas son cada vez más lentas hasta que finalmente terminan.
La duración de una crisis convulsiva es de 2-3 minutos aproximadamente. Durante una convulsión el paciente puede tener mordedura de lengua e incontinencia urinaria. Al despertar, suele estar confuso y se recupera progresivamente.
¿Cuántas crisis son necesarias para que se pueda hacer el diagnóstico de epilepsia?
En general, se requieren al menos dos crisis para afirmar que una persona es epiléptica.
Sin embargo, algunos pacientes pueden presentar condiciones especiales (EEG anormal con ciertos hallazgos característicos, lesión con capacidad de producir crisis en el TAC o en la RM) que sugieran que el riesgo de más crisis es alto. En dichos pacientes se puede hacer el diagnóstico de epilepsia y se puede comenzar el tratamiento tras la primera crisis.
¿Con qué se puede confundir la epilepsia?
Las crisis epilépticas se pueden confundir con distintos problemas médicos, entre ellos:
- Síncopes. Pérdidas de conocimiento causadas por un fallo temporal en el flujo sanguíneo cerebral. Los tipos más frecuentes de síncope son el síncope vasovagal y el síncope cardiaco.
- Crisis psicógenas. Episodios de sensaciones y movimientos anormales, acompañados o no por pérdida de conocimiento, que no se originan por una descarga neuronal excesiva. En otras palabras, no son epilépticos, y su causa es psicológica.
- Migrañas. Algunos tipos de crisis epilépticas pueden comenzar con visión de luces brillantes y acompañarse de cefalea intensa, por lo que se pueden confundir con migraña con aura.
- Otros: trastornos del sueño, ataques de pánico, trastornos del movimiento, etc.
Para diagnosticar correctamente si un paciente tiene epilepsia es fundamental que un neurólogo/a con experiencia recoja una buena historia clínica. Si el paciente pierde el conocimiento durante los episodios, será esencial que un testigo acuda con él a la consulta.
También habrá que realizar pruebas complementarias como:
- Resonancia magnética de alta resolución con protocolo específico de epilepsia
- EEG de buena calidad preferiblemente recogiendo sueño, para evaluar la presencia y la localización de las descargas epilépticas. Puede ser necesario hacer un registro prolongado que incluya video para registrar los eventos del paciente, comprobar que son crisis y averiguar dónde se inician.
El diagnóstico de epilepsia tiene importantes implicaciones para la educación, la vida laboral y la vida social. Antes de hacerse este diagnóstico se deben descartar de forma razonable otras enfermedades, que requieren tratamientos específicos diferentes del tratamiento antiepiléptico.
¿Cómo se trata la epilepsia?
Aproximadamente el 70 % de los pacientes tendrán sus crisis controladas con tratamiento médico (fármacos anticrisis). Existen gran variedad de fármacos antiepilépticos en el mercado con diferentes mecanismos de acción. Hay que escoger el más adecuado para el tipo concreto de epilepsia, teniendo en cuenta las características del paciente (edad, ocupación, sexo, otros problemas médicos, etc.). El objetivo será conseguir controlar las crisis sin efectos secundarios relevantes.
Para los pacientes que no responden a las medicinas, existen otras opciones como la cirugía (eliminación de la zona donde se originan las crisis). En la actualidad existen opciones poco invasivas de las que se pueden beneficiar algunos pacientes, como la termoablación con láser.
Para aquellos pacientes que no se pueden intervenir quirúrgicamente (no se puede localizar el origen de las crisis, las crisis se inician en múltiples zonas, el foco está localizado en una parte del cerebro que no se puede extirpar…) existen otras opciones como la neuroestimulación (estimulador del nervio vago, estimulación cerebral profunda) o ciertos tipos de dieta, como la cetogénica.
¿Cómo hay que actuar ante una crisis convulsiva?
Fuente: https://www.epilepsy.com
La Unidad Funcional de Epilepsia del Instituto de Neurociencias de Centro Médico Teknon
Bajo la dirección de la epileptóloga Mar Carreño, la Unidad Funcional de Epilepsia del Insituto de Neurociencias de Centro Médico Teknon está especializada en:
- Epilepsia infantil
- Epilepsia en la mujer en las diferentes etapas de la vida; embarazo seguro en pacientes con epilepsia
- Epilepsia en las personas mayores
- Crisis psicógenas
- Detección precoz y tratamiento de epilepsia refractaria
- Neuroestimulación para epilepsia
- Cirugía de epilepsia
- Ablación láser de la red epileptógena