Fibrilación auricular: la arritmia cardiaca más frecuente y la que puede tener peores consecuencias
¿Qué es la fibrilación auricular?
La fibrilación auricular es una arritmia cardiaca que implica que el corazón late de forma descoordinada. El corazón necesita bombear sangre de forma constante y por ello dispone de un sistema eléctrico que consta 1) de un marcapaso natural y que marca el ritmo cardiaco y 2) de un sistema de cables que transmiten la electricidad a todas las células del corazón. Cuando un paciente sufre una fibrilación auricular, el ritmo cardiaco pierde la regularidad, se hace caótico e irregular y en muchas ocasiones más rápido de lo habitual.
¿A quién afecta?
La fibrilación auricular afecta aproximadamente al 1% de la población de más de 60 años de edad y puede llegar a afectar al 10% de la población mayor de 75 años de edad. La incidencia aumenta con la edad.
¿Cuáles son las causas?
La causa principal de la fibrilación auricular es el envejecimiento del sistema eléctrico cardiaco (por eso la mayor incidencia a medida que envejecemos), pero también puede ocurrir en gente más joven como consecuencia de los llamados factores de riesgo como enfermedades valvulares, enfermedades del tiroides, hipertensión arterial, obesidad, trastornos del sueño o la práctica de ejercicio de resistencia durante muchos años. En algunos casos, los factores genéticos también pueden jugar un papel importante.
¿Qué síntomas provoca?
La fibrilación auricular se presenta de diversas formas. La más frecuente es la percepción del latido cardiaco anormal, acelerado y sobre todo irregular. Otros pacientes notan cansancio, fatiga o falta de aire al realizar ejercicios o tareas que antes no se lo producían. Las formas más graves son aquellas en que la fibrilación auricular debuta con su complicación más temida que es el ictus. La defectuosa circulación de la sangre dentro del corazón, como consecuencia de la arritmia, provoca que la sangre se estanque y puede crear trombos. Cuando estos trombos circulan por el torrente sanguíneo pueden taponar una arteria cerebral y provocar un ictus con todas las consecuencias negativas que el mismo puede provocar en el paciente.
¿Cómo se diagnostica?
La fibrilación auricular se sospecha al detectar en un paciente con palpitaciones, fatiga, cansancio, etc. un ritmo cardiaco irregular. Se debe confirmar con la obtención de un registro electrocardiográfico. Este registro se puede obtener o bien a través de un electrocardiograma normal, de un Holter (electrocardiograma continuo durante 24-48 horas), de un reloj o una camiseta inteligente, o de dispositivos implantables que registran la actividad eléctrica del corazón de forma continuada. El objetivo final es tener un registro electrocardiográfico que confirme que los síntomas y el pulso irregular son debidos a una fibrilación auricular y poder iniciar así el tratamiento adecuado y evitar las consecuencias negativas de la arritmia.
¿Qué consecuencias puede tener la fibrilación auricular?
La fibrilación auricular tiene varias consecuencias sobre la salud del paciente que la sufre. La primera es la pérdida de calidad de vida al percibir de forma anormal los latidos cardiacos, tener palpitaciones, malestar, cansancio, etc. Pero también la fibrilación auricular puede provocar que el corazón se vaya dilatando y perdiendo capacidad de bombear de forma efectiva la sangre, al latir de forma irregular y más rápido de lo habitual, y esto puede acabar provocando la llamada insuficiencia cardiaca, con cansancio a pequeños esfuerzos, fatiga, hinchazón de las piernas y retención de líquidos. Sin embargo, tal como hemos comentado en un apartado anterior, la consecuencia más temible de la fibrilación auricular es la aparición de un ictus por embolismo en las arterias cerebrales. Diagnosticar correctamente la fibrilación auricular permite iniciar los tratamientos preventivos para que estas complicaciones no ocurran.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento de la fibrilación auricular va dirigido a varios objetivos. Por un lado, evitar los síntomas, es decir, las palpitaciones, la fatiga, el malestar. Por otro lado, evitar las complicaciones, insuficiencia cardiaca, ictus. Por ello disponemos de un amplio arsenal terapéutico:
1) fármacos para evitar que la arritmia aparezca, son los llamados antiarrítmicos
2) fármacos para que, en caso de arritmia, la frecuencia cardiaca no se acelere, son los frenadores de la conducción
3) fármacos para evitar que se produzcan trombos en el corazón, y, por tanto, evitar el ictus, son los llamados anticoagulantes. Dependiendo de las circunstancias de cada paciente, el médico decidirá cuál es la mejor estrategia.
¿Hay un tratamiento curativo?
Sí, en los últimos 15-20 años se ha desarrollado una estrategia destinada a curar de forma permanente la arritmia. Es la llamada ablación con catéter de la arritmia. Con esta estrategia se pretende eliminar de forma permanente los focos eléctricos responsables de la arritmia y evitar que la misma vuelva. A través de las venas de la ingle se lleva al corazón un catéter que permite localizar la zona de origen de la arritmia, utilizando sistemas muy sofisticados que permiten reconstruir de forma simple toda la anatomía del corazón y hacer lo que llamamos un "mapeo" eléctrico del mismo. Una vez localizada la zona de inicio de la arritmia, podemos eliminarla con el catéter utilizando o bien calor (radiofrecuencia) o bien frío (crioablación). La efectividad de esta técnica para eliminar de forma definitiva y permanente la arritmia está en torno al 85% de los casos. Los estudios más recientes nos enseñan que cuanto antes se elimine la arritmia mejor son los resultados a largo plazo. La persistencia de la arritmia durante años, provoca que las células del corazón se deterioren y sea más difícil eliminar todos los focos de la misma.
¿Se puede prevenir?
La fibrilación auricular se puede prevenir de forma parcial haciendo un buen control de todos los factores de riesgo que hemos enumerado: hipertensión, obesidad, trastornos del sueño, etc. Igualmente, es muy importante detectar de forma precoz alteraciones que puedan ser causa de fibrilación auricular como las enfermedades valvulares, los trastornos tiroideos, etc. y hacer revisiones regulares, en caso de practicar deportes de resistencia de forma continuada.
Tratar la fibrilación auricular en el Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon
En el Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon manejamos de forma integral y multidisciplinar la fibrilación auricular. Disponemos de todos los medios, de los más simples a los más sofisticados para diagnosticar y tratar a los pacientes con esta enfermedad cardíaca. En un primer tiempo, nuestro equipo valora, diagnostica y estudia a cada paciente de forma integral. Una vez obtenida toda la información, en función de las características de cada paciente, se plantea cuál es la mejor estrategia y de acuerdo con el paciente se inicia el tratamiento más adecuado.