¿Sabes que el cáncer de riñón afecta al doble de hombres que mujeres?
No existe una causa única para el desarrollo del tumor de riñón pero se han detectado numerosos factores que contribuyen a su aparición, como por ejemplo el tabaquismo, la hipertensión arterial sistémica, la obesidad, la exposición a algunas sustancias químicas y la presencia de insuficiencia renal crónica. Algunos tumores renales son causados por una predisposición genética del paciente.
Tipos de tumores
El tumor de riñón más frecuente es el carcinoma de células claras (80-90% de los casos). Existen también la variante papilar (10-15%) y la cromófoba (5%). El pronóstico del tumor depende de sus dimensiones (cuanto más grande, peor es el pronóstico), de la afectación de las estructuras vecinas, del grado de malignidad de las células que lo componen y de la eventual presencia de metástasis. El grado de malignidad de las células que componen el tumor se clasifica de 1 a 4 según el sistema de gradación de Fuhrman/ISUP, donde 1 es el mínimo grado de atipia celular y 4 el máximo.
¿Cómo se diagnostica?
La mayoría de los tumores renales no causan signos o molestias: más del 50% de estos tumores se diagnostican de forma casual durante pruebas realizadas por otras razones. El tumor causa molestias sólo cuando altera la función de órganos cercanos (por ejemplo comprimiendo la Vena Cava causando edemas en las piernas), cuando afecta a la vía urinaria (causando hematuria, o sea sangre en la orina) o cuando aparecen metástasis.
La ecografía renal es la prueba que permite el diagnóstico de la mayoría de los tumores y que se realiza en primera instancia cuando se sospecha un tumor de riñón.
La mejor prueba para detectar un tumor renal, para valorar sus características y la presencia de metástasis es el TC de tóraco-abdominal realizado con contraste intravenoso.
No existen programas de prevención del tumor renal.
¿Cómo se trata?
La cirugía representa el tratamiento de elección para los tumores renales. En la mayoría de los pacientes de puede realizar cirugía parcial renal (donde sólo se extirpa el tumor y se preserva el resto de riñón sano) o cirugía radical (donde se extirpa todo el riñón). Incluso en los pacientes que presentan metástasis, la extirpación del riñón asociado al inicio de fármacos como anticuerpos monoclonales, es el tratamiento de elección. La mayoría de estas intervenciones pueden ser realizadas con cirugía mínimamente invasiva (laparoscópica o cirugía robótica). La técnica robótica permite una excelente precisión en la realización de puntos de sutura del tejido renal, que es una parte fundamental en la realización de estas cirugías. En pacientes con antecedentes de cirugía abdominal, obesos o en tumores localizados en la parte posterior del riñón, es posible realizar un acceso quirúrgico posterior (retroperitoneal) que permite mantenerse fuera de la cavidad peritoneal, facilitando el procedimiento quirúrgico y la recuperación postoperatoria.
¿Cuál debe ser el seguimiento?
El seguimiento de los pacientes operados se realiza con ecografía abdominal o TC de tórax y abdomen con una frecuencia que depende del grado de malignidad y de las características del tumor renal intervenido.
Por lo tanto, el cáncer renal es frecuente, por lo general no da síntomas, y se suele diagnosticar al realizar ecografías. El tratamiento de elección es la cirugía, y los accesos mínimamente invasivos (robot o laparoscopia), son los recomendados, para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.