Salud cardiovascular y covid-19
Tras la fase aguda de la pandemia, nos vamos adaptando a la "nueva normalidad". Consultas, hospitales y personal especializado hemos retomado las visitas y exploraciones, complementarias, diagnósticas y terapéuticas, con total seguridad. Todos los centros hemos tomado las medidas oportunas para garantizar la asistencia de los pacientes con enfermedad cardiovascular.
Pero no debemos olvidar que el Coronavirus SARS-CoV-2 sigue entre nosotros y que los enfermos del corazón deben continuar extremando las medidas de higiene, distanciamiento social y seguir los tratamientos dietéticos y farmacológicos indicados, para evitar descompensaciones.
¿Cómo afecta el coronavirus a las personas con enfermedades cardíacas?
Es posible que los pacientes afectos de patología cardiovascular sean más susceptibles de infección por coronavirus, debido a una mayor exposición del enzima conversor de la angiotensina-2 (ECA-2) que es utilizada por el virus como receptor.
En pacientes con enfermedad cardíaca estable, la infección por coronavirus es claramente un motivo de descompensación de la cardiopatía. De hecho, pacientes que acudieron a nuestros centros por empeoramiento de su situación de insuficiencia cardíaca mostraron, a los pocos días, datos claros y diagnósticos de infección por coronavirus no sospechada inicialmente.
En cuanto a los tratamientos, no existe ningún tratamiento cardiovascular que deba suspenderse o suponga un riesgo por si mismo ante una infección por coronavirus. Por tanto, deben seguirse escrupulosamente.
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Sufrir un ataque cardíaco durante la pandemia. Acuda a urgencias ante un posible síntoma
Según la Sociedad Española de Cardiología, desde que se decretó el estado de alarma se ha registrado una reducción del 40% en el tratamiento del infarto.
Ciertamente, el número de pacientes que ha acudido a urgencias por síndrome coronario agudo o infarto agudo ha disminuido drásticamente durante la crisis sanitaria, pero esto no significa que hayan acontecido. Más bien indicaría miedo a acudir a los hospitales, desbordados por los pacientes con covid-19, un miedo que, en muchas ocasiones, ha puesto en riesgo su propia vida.
Desgraciadamente, en el caso del infarto agudo de miocardio como enfermedad más emblemática o representativa de la urgencia cardiológica propiamente dicha, el no acudir al hospital puede conllevar muerte súbita y empeoramiento claro del pronóstico, aunque se logre superar el evento coronario. Por otra parte, existe riesgo en la aparición de complicaciones propias del infarto agudo de miocardio que, últimamente, ya casi no veíamos debido a la eficacia de la angioplastia primaria realizada con precocidad.
¿Cómo se ha abordado la atención de las urgencias cardiovasculares en el Centro Médico Teknon?
Hemos intentado por todos los medios que el paciente cardiológico que requirió ingreso hospitalario o bien el que precisó una visita presencial en nuestro hospital, en el contexto de la pandemia por covid-19, quedase totalmente aislado de los espacios físicos y del personal destinados al tratamiento de los pacientes respiratorios sospechosos o confirmados infectados por el virus. En este sentido, la telemedicina ha facilitado la atención a pacientes sin que estos hayan tenido que desplazarse a nuestras instalaciones cuando no era necesario.
Actualmente, hemos implementado una nueva reorganización de las instalaciones y servicios, para retomar la actividad de consultas, intervenciones y pruebas diagnósticas con medidas adicionales para la seguridad de pacientes y profesionales.
¿Qué pueden hacer los pacientes con enfermedades del corazón mientras la covid-19 siga entre nosotros?
Es fundamental no desatender cualquier tipo de problema que requiera su salud cardiovascular, tanto en el ámbito de la prevención como en el del tratamiento propiamente dicho. Las consultas, los hospitales y el personal especializado están a su disposición para retomar las visitas y realizar las exploraciones complementarias, tanto diagnósticas como terapéuticas, con total seguridad. Nuestros hospitales han tomado las medidas oportunas para garantizar su asistencia manteniendo, eso sí, un remanente aislado que se destinará a los requerimientos de eventuales pacientes respiratorios infectados.