Meningitis_Teknon

Imagen de Colin Maynard en Unsplash

Pese a que la incidencia ha disminuido considerablemente en nuestro entorno en los últimos años, en parte gracias a que estamos más informados y sobre todo a la introducción de vacunas activas frente a las bacterias que la causan, aún no está erradicada.

¿Cómo se produce?

La meningitis se produce cuando las meninges se inflaman a causa de la acción de diferentes organismos, virus o bacterias.

Las meninges son las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal.

¿Cuáles son los síntomas?

• Fiebre

• Afectación del estado general

• Vómitos

• Cefalea intensa

• Rigidez de nuca. Incapacidad de doblar la cabeza para "mirarse el ombligo", tocar con la barbilla la parte superior del tórax o sentarse sin flexionar las piernas

• En lactantes con la fontanela abierta, puede no existir rigidez de nuca, pero sí un abombamiento de esta

• Manchas en la piel que no desaparecen con la presión. Pueden ser el primer síntoma de una sepsis

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¿Cómo se contagia?

A través de la saliva y las gotas que se expulsan al hablar, toser o estornudar. No acostumbra a transmitirse por compartir objetos. Las comunidades como guarderías, escuelas o cuarteles, son los espacios donde se puede propagar más fácilmente.

La época en que más prevalencia tiene es el otoño y la primavera.

¿Qué tipos de meningitis existen?

Básicamente dos grandes grupos:

• Producidas por virus. Habitualmente tienen un curso benigno, no requieren antibióticos y raramente dejan secuelas. Para su tratamiento requieren atención hospitalaria con el fin de evitar la deshidratación, si existen vómitos intensos o persistentes y para aliviar la cefalea.

• Producidas por bacterias. Son más graves y requieren un tratamiento médico precoz. Pueden dejar secuelas e incluso producir la muerte. Para su tratamiento requieren atención hospitalaria urgente para instaurar tratamiento antibiótico y antiinflamatorio precoz, para evitar la sepsis y la afectación multiorgánica

Una variedad de las segundas son las llamadas sepsis fulminantes, en las que además de inflamarse las meninges, la bacteria invade la sangre. Hecho que puede causar la muerte fulminante.

Las bacterias que encontramos habitualmente en nuestro entorno son:

• Meningococo Tipo B

• Neumococo

• Meningococo Tipo C

• Hemophilus influenza tipo B

Aunque en otros lugares pueden estar implicadas otros tipos de bacterias.

Prevención

Habitualmente, cuando aparece un caso de meningitis bacteriana en un colectivo, por ejemplo, el colegio, se administra una pauta corta de un antibiótico concreto a las personas que han estado en contacto y que, por tanto, pueden ser portadores faríngeos con el fin evitar que la enfermedad se propague.

Este tratamiento profiláctico llama quimioprofilaxis y es efectivo cuando los gérmenes causantes son el Meningococo y el Hemophilus.

Gracias a la vacunación sistemática de nuestra población infantil contra el Hemophilus tipo B y el Meningococo tipo C, estos dos tipos de meningitis han desaparecido prácticamente de nuestro entorno, excepto en los individuos no vacunados.

Por otra parte, la implantación progresiva de la vacuna contra el Neumococo también ha reducido sustancialmente las meningitis por esta bacteria.

Por último, desde hace pocos años existe una nueva vacuna activa contra el Meningococo tipo B que ha demostrado su efectividad y la baja incidencia de efectos secundarios, hecho que la ha convertido en una buena herramienta para la erradicación, en un futuro próximo, de este tipo de meningitis.

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