Gil-Vernet Sedo José María
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¿Cuáles son las opciones de tratamiento para el cáncer de próstata localizado?
En los pacientes del grupo de bajo riesgo existe la alternativa de no efectuar ningún tratamiento y mantenerse en "espera vigilada". Los tratamientos más efectivos en las fases inciales de la enfermedad son prostatectomía radical, la radioterapia externa y la braquiterapia.
¿Qué es la "espera vigilada" o watchful waiting?
La gran disparidad entre la gran incidencia de cáncer de próstata y su escasa mortalidad nos demuestra que muchos hombres no se van a beneficiar de un tratamiento defintivo para su enfermedad localizada. Para ello es importante poder diferenciar entre los tumores que tiene probabilidades de progresar para tratarlos de forma definitiva y reducir el riesgo de los procedimientos terapeúticos en aquellos tumores con alta probabilidad de no progresar.
¿Quiénes son candidatos a la espera vigilada?
Los pacientes en el grupo de bajo riesgo son candidatos a la espera vigilada pues tienen una probabilidad muy baja de que la enfermedad progrese 10-15 años después del diagnóstico. El seguimiento incluye determinaciones periódicas del PSA (2-3/año), tacto rectal y/o repetición de las biopsias para dtermianr si el tumor ha modificado su puntuación Gleason o su volumen. Si el tumor progresa se deben plantear los tratamientos curativos.
¿Qué es la Radioterapia Externa?
La Radioterapia Externa ha sido utilizada para el tratamiento del cáncer de próstata desde 1930. A finales de los años 60 aparecieron los primeros aceleradores lineales que permitían aumentar la irradiación de forma segura.
En 1980 se comenzó a utilizar el TC que permite una mayor precisión y disminuye la toxicidad en la vejiga, recto e intestino delgado. De este modo en los años 80 y 90 pudieron aumentarse las dosis hasta 75-79 Gy. En los años 90 la radioterapia de intensidad modulada (IMRT) con la colocación de pequeñas "marcas" intraprostáticas permitió una mejor respuesta terapeútica y una reducción en los efectos adversos. El tratamiento es indoloro y se realiza a lo largo de 5-6 semanas.
El Instituto Oncológico Teknon (IOT) ha sido pionero en el tratamiento con Radioterapia. El IOT está organizado según el modelo del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York.
La Radioterapia Externa está contraindicada en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn) o que han sido tratados, previamente, con radioterapia en la región pelviana. En los pacientes con Gleason igual o superior a 7 o un PSA superior a 10 ng/ml se asocia la radioterapia con un tratamiento farmacológico de bloqueo hormonal (castración química). Los pacientes con sintomatología urinaria obstructiva no son buenos candidatos pues existe un riesgo elevado de retención urinaria.
¿Qué efectos adversos puedo sufrir después de la Radioterapia Externa?
Después de la Radioterapia Externa puede sufrir efectos adversos, como:
- Problemas intestinales. Durante y después del tratamiento puede tener diarrea, a veces con sangre e incotinencia anal que, normalmente, desaparecen con el tiempo. Entre un 5-10% de los pacientes presentarán un síndrome de colon irritable y ocasional rectorragia
- Problemas urinarios. Pude sentir la necesidad de orinar con mayor frecuencia, sentir escozor al orinar y observar la presencia de sangre en la orina. Con el tiempo mejora la sintomatología aunque entre 5-10% presentaran la necesidad de orinar más a menudo y episodios de sangre en la orina. La incontiencia urinaria es mucho menos frecuente que tras la cirugía radical.
- Problemas sexuales. Al cabo de 1-2 años de haber finalizado el tratamiento el grado de disfunción eréctil es semejante al que presentan los pacientes sometidos a prostatectomía radical. En los varones que presentaban erecciones normales antes de la radioetrapia, el 50% presentará una disfunción eréctil severa a los 5 años del tratamiento. En el tratamiento de esta disfunción eréctil se utilizan fármacos inhibidores de la PDE-5 (sildenafilo, vardenafilo, tadalafilo), dispositivos de vacío o prótesis penenanas en los casos refractarios al tratamiento farmacológico.
¿Qué es la Prostatectomía radical?
En los pacientes con un cáncer de próstata localizado (T1-T2) la cirugía radical, definida como extirpación completa de la próstata y de las vesículas seminales, se perfila como uno de los tratamientos óptimos en el cáncer de próstata localizado ("gold standard"). Es el único tratamiento que, si el PSA a los 10 años de la intervención no se ha modificado, puede asegurar la curación absoluta en el 95% de los pacientes.
La principal ventaja de este tratamiento es que ofrece la posibilidad de curación con el mínimo daño colateral a los órganos vecinos y, por otro lado, mejora en gran medida la sintomatología miccional obstructiva en pacientes que además del tumor maligno presentan problemas miccionales obstructivos por HBP.
El factor más determinante en el éxito de la intervención es, más alla de las consideraciones tecnológicas, la experiencia y la habilidad del cirujano.
Prostatectomía radical retropúbica. La Prostatectomía radical retropúbica se practica bajo anestesia regional (intraraquídea/peridural) o general. El urólogo practica una incisión vertical desde el pubis hasta el ombligo y, sin seccionar ningún músculo, accede al espacio donde se encuentran, vejiga, próstata y vesículas seminales. En ocasiones, si se sospecha que el cáncer puede haber alcanzado los ganglios linfáticos, éstos serán extirpados y analizados. Si antes de la cirugía el paciente tiene erecciones normales y el tumor está confinado en la próstata, es importante conservar y no dañar los nervios erectores quedescienden a ambos lados de la próstata, así se podrá recuperar la función eréctil al cabo de varios meses. También es muy importante la preservación del llamado "esfínter externo de la uretra" lo que permitirá conseguir una buena continencia urinaria en más del 90% de los pacientes.
Una vez extirpada la próstata y las vesículas seminales se procede a la unión de la vejiga con la uretra. La operación tiene una duración que oscila entre 1,5 y 2 horas. Se deja una sonda en la vejiga que se retira a los 7-10 días de la intervención. La estancia hospitalaria oscila entre 4-7 días pudiendo reemprender la actividad normal a las 2-4 semanas de la intervención. Un reciente estudio publicado demuestra que un 93% de los pacientes sometidos a una prostatectomía radical retropúbica están satisfechos con el tratamiento elegido. En la actualidad constituye la técnica quirúrgica que ha demostrado mejores resultados a largo plazo, tanto en el control del cáncer como en la conservación de la función eréctil y de la contiencia urinaria.
Prostatectomía radical perineal. En la Prostatectomía radical perineal la incisión se realiza en el periné (entre el ano y la base del escroto) y desde allí se llega hasta la próstata. La duración es más corta y con menor sangrado que en la ciriugía radical retropúbica pero es mucho más dificil la preservación de los nervios erectores. Entre sus incovenientes destaca la mayor probabilidad de lesiones en el recto.
Prostatectomia radical laparoscópica y robótica. La Prostatectomia radical laparoscópica y robótica se realiza bajo anestesia general. En lugar de una incisión única se efectúan 5 pequeñas incisones a través de las cuales se inserta una cámara y los diferentes instrumentos quirúrgicos. Se puede realizar con el robot "Da Vinci" de forma similar, la diferencia estriba en que el cirujano manipula los instrumentos a través de una interfase robótica. El tiempo operatorio aproximado es de 3-4 horas.
La única ventaja sobre la cirugía radical abierta es un menor sangrado (menor tasa de transfusiones) y un tiempo de estancia hospitalaria algo más breve, de 3-4 días. No es recomendable esta cirugía en pacientes con tratamientos de radioterapia previa o que han sido sometidos a cirugía pelviana. Todavía no disponemos de resultados a largo plazo con las técnicas laparoscópicas y los datos de que disponemos no han demostrado una mayor superioridad de estas tecnicas en términos de eficacia oncológica y funcional (función eréctil y continencia urinaria).
¿Cuáles son los riesgos de la prostatectomía radical?
Los riesgos de la prostatectomía radical son:
- Problemas urinarios. El más frecuente es la incontinenciade esfuerzo, es decir, el escape de orina con la tos, estornudo o al levantar peso. Con la extirpación de la próstata una porción del mecanismo de contiencia (esfínter uretral externo), que está intimamente ligado a la próstata, desparece y lo que resta del mecanismo es, al principio, incapaz de asegurar una contiencia absoluta. Aquellos pacientes operados por cirujanos con amplia experiencia, más de un 90% son continentes.
- Problemas sexuales. Si no han podido preservarse los nervios erectores la disfunción eréctil será completa. En los casos de preservación se pueden recuperar, de forma progresiva, las erecciones. En los primeros meses tras la cirugía no tendrá erecciones espontáneas y serán necesarios tratamientos farmacológicos o de otro tipo para poder recuperar, lo antes posible, una correcta función eréctil.
¿Cómo es el postoperatorio de la prostatectomía radical?
Cuando se despierte de la anestesia observará que lleva una sonda vesical y un drenaje en la cavidad abdominal. La sonda permanecerá durante 7-10 días y el drenaje se suele retirar a los 2 días. También recibirá sueros a través de una vía endovenosa hasta que, normalmente las 24-48 horas, pueda tolerar la ingesta de líquidos y alimentos sólidos. A los 7-10 días de la intervención su urólogo le retirará la sonda vesical y le explicará una serie de ejercicios (ejercicios de Kegel) para reforzar el mecanismo de continencia urinaria. Durante las primeras semanas es normal que se escape algo de orina al levantarse, toser o hacer esfuerzos pero va mejorando de forma progresiva y los pocos meses (3-6 meses) el 95% de los pacientes menores de 50 años y el 85% de los pacientes mayores de 70 años son continentes.
Entre 7 y 10 días después de la cirugía el urólogo recibe un informe, realizado por el anatomopatólogo, de la próstata/vesículas seminales y, si los hay, de los ganglios linfáticos extraídos. Si el cáncer se encuentra localizado (T1-T2) se seguirán controloes periódicos con determinaciones del PSA, que debe ser inferior a 0,1 ng/ml. Si el tumor se encuentra en fase localmente avanzada T3-T4 o ha invadido los ganglios linfáticos (N1-N2) se recomendará tratamiento con radioterapia externa y/o bloqueo androgénico (tratamiento hormonal).
¿Se pueden recuperar las erecciones después de la prostatectomía radical?
Siempre y cuando el cirujano haya podido preservar los nervios erectores, la recuperación de las erecciones dependerá de la edad del paciente y de la función eréctil previa a la intervención quirúrgica. En los varones entre 40-50 años el 95%; entre 50-60 años, el 85%; entre 60-70 años, el 75%, y entre 70-80 años, el 50% alcanzará una erección suficiente para permitir el coito.
Es importante que a las 6 semanas de la intervención se inicien los tratamientos con fármacos (inhibidores de la PDE-5) como sildenafilo, vardenafilo o tadalafilo, prostaglandina E1 (intrauretral o en inyecciones intracavernosas) o dispositivos de vacío. Si no hay respuesta a estos tratamientos se puede considerar la colocación de prótesis de pene.
¿Se puede eyacular después de la prostatectomía radical?
No. La extirpación completa de las vesículas seminales y de la próstata conlleva la desaparición del aparato eyaculador. Durante la fase de excitación puede observar la salida de un líquido transparente que es la secreción de las glándulas bulbouretrales y durante el orgasmo notará las contracciones de la musculatura perineal y, en ocasiones, el escape de unas gotas de orina debido a las contracciones-relajaciones del esfínter uretral externo que se producen, normalmente, durante el orgasmo.
¿Se puede ser padre después de la prostatectomía radical?
No mediante medios naturales (coito), pues la intervención quirúrgica secciona las conexiones entre los testículos y la uretra. De todos modos se puede congelar semen antes de la intervención y llegar a ser padre mediante técnicas de inseminación artificial.
¿Qué es la Crioterapia?
La Crioterapia es una técnica utilizada en el tratamiento del cáncer de próstata localizado (T1-T3a). Mediante unas agujas (criosondas), a través de las cuales circula helio a alta presión, se forman unas esferas de hielo (ice balls) dentro de la glándula prostática, alcanzando temperaturas de -40ºC a -50ºC que son letales para las células.
El procedimiento se realiza bajo anestesia general o raquídea, mediante ecografía transrectal se mide el volumen de la próstata y se colocan, a través del periné, las agujas que penetran en la próstata (figura ). Después se comprueba su correcto posicionamiento mediante una cistoscopia y se deja una sonda que impide el enfriamiento de la uretra. A continuación se coloca una sonda (cistostomía suprtapúbica) a través del abdomen dentro de la vejiga lo que perimitirá un adecuado drenaje de la orina. Normalmente se realizan dos ciclos de congelación y de calentamiento.
La duración de la intervención oscila entre 2 y 3 horas. A las 24 horas el pacientes es dado de alta con una sonda vesical que se retirará a las 2-3 semanas de la intervención. En los primeros días es frecuente cierta hinchazón en la región escrotal y una sensación de hormigueo en el glande que suelen desaparecer a los pocos días. Esta técnica no esta recomendada en pacientes con RTU de próstata previa, con sintomatología obstructiva urinaria severa, en próstatas de tamaño superior a 50 cc, en varones con enfermedad inflamatoria intestinal y en casos de cirugía pelviperineal previa. Tampoco es aconsejable en áquellos pacientes que quieran preservar su potencia sexual.
¿Cuáles son los riesgos de la crioterapia?
Los riesgos de la Crioterapia son:
- Problemas urinarios. La incontinencia urinaria severa es poco frecuente, oscilando entre el 1-8%. En los pacientes que previamente han sido tratados con radioterapia externa o braquiterapia la incontiencia puede afectar hasta a un 10% de los varones. La estenosis de la uretra próstatica y los problemas de obstrucción urinaria por desprendimiento de tejidos necróticos aparece en un 1-15% de los pacientes.
- Problemas sexuales. La congelación de los nervios erectores conlleva un elevadísimo riesgo de disfunción eréctil completa afectando aun 93% de los pacientes. Es por ello que la crioterapia no se aconseja a los pacientes que quieran mantener su potencia sexual.
- Problemas intestinales. La complicación más grave, aunque rara con las modernas técnicas de crioterapia, es la aparición de una comunicación entre el recto y la uretra (fístula rectouretral) en un 0,5% de los pacientes. En los pacientes con radioterapia previa se puede presentar hasta en el 3% de los casos.
¿Qué es el Ultrasonido de Alta Intensidad (HIFU)?
El HIFU es una tecnología que se basa en la destrucción térmica de los tejidos con una gran precisión y sin dañar a las estructuras vecinas. Fue descubierto en 1940 y en 1995 se empezó a utilizar para el tratamiento del cáncer de próstata. La energía acústica (ultrasonido) emitida desde un transductor situado en el recto es absorbida por el tejido prostático y transformada en calor, alcanzando temperatura sintraprostáticas de 98-100 ºC que destruyen las células próstaticas. Un control ecográfico preciso evita que se produzcan daños en los tejidos circundantes. Este tratamiento está recomendado en aquellas personas que padecen cáncer de próstata localizado (T1-T2 No Mo) y que no son buenas candidatas a la prostatectomía radical o que rechazan la cirugía. No está indicada en pacientes con próstatas de un tamaño superior a 50 cc ni en próstatas con calcificaciones de más de 1 cm de longitud. En la actualidad se están desarrollando técnicas de HIFU utilizando técnicas de imagen mediante RMN endorectal, en lugar de ecográficas, lo que permitirá, en el futuro, optimizar el tratamiento.
El procedimiento se realiza bajo anestesia general o raquídea y la duración aproximada es de 1 a 4 h dependiendo del tamaño de la próstata. El pacientes es dado de alta a las 24 horas con una sonda vesical (cistostomía) que se retirará en un plazo de 2-3 semanas.
¿Cuáles son los riesgos del HIFU?
Los riesgos del HIFU pueden ser:
- Problemas urinarios. Un 15% de los pacientes experimentarán dificultades para orinar debido a la estrechez de la uretra prostática. La incontinencia urinaria es leve y puede afectar a un 6% de los pacientes. La inflamación del testículo y epidídimo aparece en un 8%.
- Problemas sexuales. Un 30% de los pacientes experimenta una disminución de su función eréctil que mejora con tratamiento farmacológico.
- Problemas intestinales. La fístula uretro-rectal es muy rara, apareciendo en un 0,2% de los pacientes.
¿Qué es el Tratamiento Hormonal del Cáncer de Próstata?
La próstata requiere para su actvidad fisiológica la presencia de las hormonas sexuales masculinas o andrógenos. El 95% de estas hormonas se producen en los testículos testosterona (T) y dihidrotestosterona (DHT) y el resto en las glándulas adrenales (androstendiona y dihidroepiandosterona). La testosterona es el más potente de todos los andrógenos y su producción está regulada por una hormona, la LH-RH (GnRH), que produce el hipotálamo y que, a su vez, estimula a la hipófisis para que segrege la hormona LH que activa en los testículos la producción de testosterona. Una vez dentro de la célula próstatica los andrógenos se une en una proteína, el receptor androgénico (AR), que controla el crecimiento y desarrollo del tejido prostático. La finalidad del tratamiento hormonal es anular la producción de testosterona.
El tratamiento hormonal se utiliza en los casos de cáncer de próstata avanzado T3-T4 N0Mo asociado con radioterapia externa y en los pacientes con metástasis. Desgraciadamente puede que no todas las células cancerosas respondan al tratamiento hormonal y, al cabo de unos años, podría ser necesaria la utlización de otras medidas terapeúticas.
¿Qué procedimientos terapéuticos se utilizan?
Disponemos de cuatro procedimientos terapéuticos: orquiectomía, antiandrógenos, inhibidores de la liberación de LH-RH y estrógenos.
- Orquiectomía. La Orquiectomía consiste en la extirpación de los testículos (castración). Es el método más simple y eficaz para reducir los niveles de andrógenos en el organismo. El procedimiento se realiza a través de una pequeña incisión en el escroto y suele efectuarse bajo anestesia regional o local, de forma ambulatoria. A las 24 horas los niveles de testosterona se han reducido en más de un 90%. El incoveniente es que es irreversible y acarrea problemas psicológicos y cosméticos, por ello actualmente el 75% de los varones eligen tratamientos farmacológiocos. La principal ventaja de la Orquiectomía es que posee menos efectos adversos que los otros tratamientos y los pacientes refieren una mejor calidad de vida.
- Antiandrógenos. Los Antiandrógenos són fármacos que actúan uniéndose al receptor androgénico (AR), evitando así que los andrógenos puedan interactuar con el tejido prostático. Existen dos tipos de antiandrógenos:
- Esteroideos: acetato de ciproterona. Hoy su uso no está recomendado debido a las complicaciones cardiovasculares severas que sufren hasta el 10% de los pacientes.
- No esteroideos: flutamidabicalutamida ynilutamida (no comercializada en España). Se utilizan asociados a los fámacos inhibidores de LHRH durante 2-3 semanas. Entre sus efectos adversos más comunes destacan la ginecomastia y mastodinia (aumento de tamaño y sensibilidad de las glándulas mamarias), inhibición del deseo sexual, disfunción eréctil, diarrea, toxicidad hepática (flutamida y nilutamida) y fibrosis pulmonar (nilutamida).
- Inhibidores de la LH-RH. En este grupo encontramos dos tipos de fármacos, los llamados agonistas LHRH y los antagonistas LHRH. Su acción también es conocida como "castración química".
- Agonistas LHRH. Actúan a nivel de la hipófisis estimulando los receptores de LHRH y, al cabo de unas pocas semanas, no se liberará la hormona LH y los testículos no producirán testosterona. Los más utilizados son: triptorelina, goserelina, leuprorelina y buserelina. Se administran en inyección subcutánea o intramuscular, con sistemas de liberación prolongada, cada 3 o 6 meses. Como al incio del tratamiento producen una elevación notable de los niveles de testosterona, que dura entre 10 y 20 días, es necesaria la administración concomitante de un antiandrógeno.
- Antagonistas LHRH. Actúan a nivel de la hipófisis bloqueando los receptores de la LHRH en la hipófisis y disminuyendo rápidamente las concentraciones de LH y testosterona. El único fármaco de este grupo es el degarelix, aprobado por la FDA en el 2008 (no comercializado en España). La principal ventaja es que no require el uso de un antiandrógeno.
- El tratamiento hormonal con parche de estrógenos. En los últimos años se ha demostrado, en ensayos clínicos controlados, la eficacia de los parches de estrógenos en el tratamiento hormonal del cáncer de próstata.
- ¿Qué son los estrógenos? Los estrógenos son hormonas sexuales femeninas que, administradas en el varón, producen una disminución de los niveles de LH y testosterona. Además el estrógeno posee un efecto citotóxico sobre las células tumorales. A mediados del siglo pasado, un estrógeno sintético, el dietilestilbestrol, fue ampliamente utilizado. Sin embargo, tuvo que ser abandonado debido a su toxicidad cardiovascular.
Hoy en día, las nuevas formas farmaceúticas, como los parches de estrógenos utilizados por las mujeres en la menopausia, permiten conseguir una buena "castración química" minimizando sus efectos adversos cardiovasculares. En la actualidad está en marcha un ensayo clínico en fase III y los resultados previos son muy prometedores. Los únicos efectos adversos asociados con los parches son la disfución sexual, la ginecomastia y la mastodinia.
El tratamiento con parches de estrógenos no sólo evitará los efectos adversos de los tratamientos actuales (osteoporosis, anemia, sofocos, diabetes, deterioro cognitivo y problemas cardíacos) sino que representará un ahorro de millones de euros anuales para las arcas de nuestro sistema sanitario.
¿Qué riesgos tiene el tratamiento hormonal?
La mayoría de los pacientes sufren cansancio, pérdida de fuerzas y trastornos emocionales. El tratamiento hormonal está asociado a una notable disminución de la calidad de vida. Los efectos adversos más comunes son:
- Osteoporosis. La Osteoporosis es la pérdida de masa ósea. Al cabo de cuatro años de tratamiento la Osteoporosis es muy frecuente. Medidas como dejar de fumar, realizar ejercicio físico y los suplementos de vitamina D y calcio pueden mejorar la densidad ósea. El tratamiento con bifosfonatos y conparches de estrógenos también incrementan la masa ósea.
- Sofocos. Los sofocos son una sensación repentina de calor en el torax y en la cara acompañada con sudoración. Es muy semejante a la que ocurre en las mujeres menopáusicas. Llega a afectar al 50-80% de los pacientes. Existen fármacos como el acetato de megestrol, la venlafaxina y los parches de estrógenos que se utilizan para su control.
- Disfunción sexual. La disminución del deseo sexual aparece en 95% de los pacientes y la disfunción eréctil afecta a un 80%. Esta última puede paliarse con el uso de inhibidores de la PDE-5 (sildenafilo, tadalafilo, vardenafilo) o con inyecciones intracavernosas de prostaglandina E1.
- Trastornos cognitivos. Es frecuente la pérdida de agudeza mental y los trastornos de ansiedad. La depresión puede presentarse en el 13% de los pacientes.
- Pérdida de masa muscular. Es corriente la disminución de la masa muscualr y el aumento de peso. Para compensarlo es importante mantener un adecuado programa de ejercicio.
- Ginecomastia. La Ginecomastia está asociada con el uso de antiandrógenos y de estrógenos. Para prevenirla se pude efectuar un tratamiento con radioterapia profiláctica sobre el tejido mamario.
- Anemia. La anemia se debe a la falta de testosterona, que es un hormona clave en la la médula ósea para la producción de glóbulos rojos.
- Efectos cardiovasculares y diabetes. El riesgo de hipertensión, infarto de miocardio y diabetes es más elevado en los pacientes bajo tratamiento hormonal con análogos LH-RH.
La Quimioterapia se utiliza en el cáncer de próstata metastásico que ha dejado de responder al tratamiento hormonal. Actualmente el docetaxel combinado con prednisona ha demostrado una mejoría en los síntomas y un aumento de la supervivencia. Otros fármacos utilizados son la estarmustina, mitoxantrona, doxorubicina, etopósido, carboplatino y vinorelbina.
Los agentes quimioterápicos atacan a las células que se dividen con rapidez, de este modo destruyen a las céulas cancerosas pero también pueden afectar a otras céluas del cuerpo como las de la médula ósea, intestinos y folículos pilosos. Los efectos adversos más frecuentes son: cansancio, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, pérdida de cabello y un mayor riesgo a sufrir infecciones. Algunos de estos efectos indeseables pueden ser controlados mediante medicamentos y desparecen al finaizar el traatmiento.
El Instituto Oncológico Teknon es especialista en el tratamiento con quimioterapia. El IOT está organizado según el modelo del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York.
Braquiterapia
La inmunoterapia, mediante la aplicación de vacunas como el Sipuleucel-T(Provenge®) aprobada por la FDA en 2010, ha demostrado una mejora en la supervivencia en el cáncer hormonoresistente.
Otros fármacos en estudio son los llamados inhibidores de la angiogénesis (talidomida, bevacizumab), los antagonistas del receptor de andrógenos (MDV3100) e inhibidores de la síntesis de testosterona (abiraterona).
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