Arritmia

El ritmo cardíaco se genera, normalmente, en la aurícula derecha y produce impulsos eléctricos que circulan por unas fibras conductoras estimulando las células de las aurículas y ventrículos para dar lugar al latido cardíaco. Las arritmias son una pérdida de regularidad del ritmo de los latidos cardíacos.

¿Por qué se producen las arritmias?

Existen diversos factores inductores de arritmias:

  • Factores extrínsecos: son aquellos que excitan las células cardíacas y favorecen la estimulación de impulsos eléctricos. Estos factores pueden ser: estrés, substancias excitantes (cafeína, cocaína, etc.), hormonas (alteraciones del tiroides) o fármacos (como los inhaladores respiratorios).
  • Factores intrínsecos: son aquellos producidos por las alteraciones estructurales del músculo cardíaco; secundario a la hipertensión arterial, el infarto de miocardio, miocardiopatías, etc.

¿Hay muchos tipos de arritmia?

Las arritmias se clasifican según su:

  • Origen: auriculares o ventriculares
  • Frecuencia cardíaca: bradicardia (lenta) o taquicardia (rápida)
  • Periodicidad: regular o irregular
  • Persistencia: paroxísticas (temporales) o crónicas (permanentes)

Estos parámetros permitirán identificar las distintas anomalías que puede presentar el sistema cardíaco: extrasístoles (latidos aislados prematuros), bradiarrítmias o bloqueos cardíacos (descenso del ritmo cardíaco), taquicardias paroxísticas supraventriculares (episodios de frecuencia cardíaca rápida), fibrilación o flutter auricular (arritmia rápida del corazón), las taquicardias ventriculares (latido cardíaco rápido) y la fibrilación ventricular (frecuencia cardíaca muy rápida).

¿Qué síntomas ocasionan?

Muchas arritmias pueden desarrollarse sin síntomas y pasar desapercibidas, siendo diagnosticadas únicamente al realizar una exploración médica o un electrocardiograma (ECG). En otras ocasiones pueden acompañarse de síntomas como palpitaciones, cansancio, dolor torácico, dificultad respiratoria o mareo.

¿Cómo se diagnostican las arritmias?

Existen diversos métodos de diagnóstico:

  • Electrocardiograma (ECG). Registra la actividad eléctrica del corazón mediante unos electrodos dispuestos sobre la piel que obtienen las señales eléctricas del corazón y la imprimen en un trazado gráfico. Es la prueba por referencia y solo registra la actividad del corazón en el momento de la exploración.
  • Holter de electrocardiograma ambulatorio. Registra la actividad cardíaca durante 24 horas y almacena la información en una cinta grabadora, que se coloca en un dispositivo en forma de cinturón. Se utiliza para el estudio de aquellas palpitaciones de corta duración que no permiten ser registradas mediante un ECG.
  • Prueba de esfuerzo o Ergometría. A través de unos electrodos colocados en el pecho del paciente y conectados a un electrocardiograma se registra la actividad eléctrica del corazón durante el ejercicio físico. Resulta de interés para el estudio de palpitaciones relacionadas con el esfuerzo.
  • Estudio electrofisiológico. Estudia las arritmias mediante un registro intracardíaco obtenido a través de un catéter introducido a través de la ingle por la vena femoral inguinal. Permite identificar el origen, el mecanismo y el tratamiento indicado de las arritmias. Se utiliza ante palpitaciones muy sintomáticas no detectadas por las exploraciones los mecanismos habituales.
  • Holter implantable. Es un dispositivo implantado subcutáneamente que permite el registro cardíaco durante varios meses o años. Se indica cuando las palpitaciones no son muy frecuentes.

¿Qué tratamientos pueden realizarse?

En función del origen y el comportamiento de las arritmias se indicará el tratamiento más indicado:

  • Supresión de estimulantes cardíacos externos.
  • Fármacos antiarrítmicos, que permiten el control de la frecuencia cardíaca y/o la reversión de las taquiarrítmias agudas.
  • Fármacos anticoagulantes, un tratamiento complementario ante arritmias con potencial tromboembólico asociado. El riesgo de formación de trombos cardíacos es alto con embolias a distancia asociadas, es decir, el latido cardíaco anárquico potencia el riesgo de embolias (trombo impactado en circulación con consiguiente falta de llegada de sangre en el sector afectado). Con el tratamiento anticoagulante evitamos la formación de trombos intracardiacos. Existen diversos tipos de anticoagulantes, el más común es el sintrom o los nuevos anticoagulantes. Debe valorarse correctamente antes de instaurarse este tratamiento. Los controles, tras el inicio, son diferentes para cada tipo de anticoagulación.
  • Ablación por radiofrecuencia. Se realiza mediante energía térmica aplicada a través de un catéter que permite eliminar definitivamente el foco arritmogénico de ciertas taquicardias específicas.
  • Marcapasos. Es un dispositivo implantable que emite impulsos eléctricos externos ante bradiarritmias o bloqueos de la conducción.
  • Desfibrilador implantable. Es un dispositivo subcutáneo que emite choques eléctricos para revertir arritmias asociadas a situaciones extremas.