Bardají Bofill Manel
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Una fístula anorrectal (fístula en el ano) es un trayecto anormal desde el ano o el recto hasta la piel cerca del ano, aunque ocasionalmente puede ir hacia otro órgano, como la vagina. En general, las fístulas comienzan en una glándula profunda de la pared del recto o del ano. A veces las fístulas son el resultado del drenaje de un absceso anorrectal, pero a menudo no se puede identificar la causa.
Esta afección es más común en portadores de la enfermedad de Crohn o en las personas con tuberculosis. También pueden ocurrir en las personas con diverticulitis, cáncer o alguna lesión anal o rectal. Una fístula en un lactante generalmente se debe a un defecto congénito y es más frecuentes en los niños que en las niñas. Las fístulas que conectan el recto y la vagina pueden deberse a una complicación de la radioterapia, a un cáncer, a la enfermedad de Crohn o a una lesión que haya sufrido la madre durante el parto.
- Síntomas y diagnóstico
Una fístula puede ser dolorosa o puede excretar pus. Es posible observar una o más aberturas de una fístula o ésta puede notarse debajo de la piel.
Introduciendo una sonda se puede determinar su profundidad y dirección. El médico puede localizar la abertura interna mirando a través de un anoscopio que introduce en el recto y mediante una exploración con una sonda. La inspección con un sigmoidoscopio ayuda a determinar si la causa del problema es un cáncer, la enfermedad de Crohn u otro trastorno. tratamiento El único tratamiento eficaz es la cirugía.
Las fístulas perianales son trayectos recubiertos de tejido de granulación que comunican el revestimiento del canal anal y más infrecuentemente del recto con la piel perianal.
- Clasificación de las fístulas
La utilización de una clasificación para las fístulas perianales tiene tres objetivos: poder establecer un tipo de tratamiento según el tipo de fístula, permitir él pronostico individual del tratamiento, tanto en cuanto a frecuencia de recidiva como de incontinencia, y permitir la evaluación comparativa de unos resultados con las series de la literatura.
La clasificación más usada actualmente es la de Parks. Con ella, las fístulas se clasifican en interesfinterianas, transesfinterianas, supraesfinterianas y extraesfinterianas. Es conveniente resaltar que esta clasificación tiene dos problemas, ya que en muchas ocasiones es difícil saber si una fístula es transesfinteriana alta o supraesfinteriana. Por otra parte, esta clasificación no incluye las fístulas subcutáneas Fístula Compleja.
Frecuentemente se observa en la literatura el término de fístula compleja. Este es un término impreciso, porque una fístula compleja implica la existencia de una fístula cuyo tratamiento implica un mayor número de recidivas o de trastornos de la continencia. En este sentido, se incluyen como fístulas complejas las producidas por enfermedades que tienen una tendencia a recidivar mayor que la de las fístulas de origen criptoglandular, como la enfermedad inflamatoria y la hidrosadenitis.
También son consideradas como fístulas complejas las recidivadas y aquellas que tienen trayectos secundarios.
- Fístulas y abscesos
Los abscesos y fístulas son condiciones que ocurren en relación a una sepsis continua. El origen es un proceso supurado agudo y el término es una comunicación entre dos superficies epiteliales.
Mientras que los abscesos perianales y perirrectales pueden derivar de una variedad de causas: (trauma, neoplasias, radiación, tuberculosis, actinomicosis, enfermedad de crohn,enfermedad fisuraria o iatrogenico), la mayoría son idiopáticos. La teoría criptoglandular es la etiología más comúnmente aceptada en estos casos, es decir que la infección se origina en una cripta y desde ahí por intermedio de los conductos glandulares alcanza las glándulas anales y el espacio ínter esfiterico.
Los abscesos y las fístulas anales ocurren dos veces más a menudo en el hombre que en la mujer. Los cuatro tipos de abscesos anorrectales son el perianal, isquiorrectal, pelvirectal y submucoso. La diferenciación entre estos tipos es importante para la definición terapéutica.
Los pacientes con un absceso perianal o isquiorrectal tienen una clásica historia de dolor anal agudo perianal y inflamación, generalmente con flujo purulento. Esto puede o no ser precedido por diarrea. La anorexia, compromiso del estado general o fiebre alta se ve generalmente en pacientes inmunocomprometidos, debilitados o que evolucionan con abscesos pelvirrectales.
Los pacientes con abscesos submucosos refieren pujo rectal y un dolor alto en el canal anal. Este dolor es profundo, constante, intenso y se agrava con el pujo o con la tos.
Los pacientes con una fístula anal generalmente refieren la historia de un absceso previo que se drenó espontáneamente o en forma quirúrgica. Algunos refieren flujo purulento anal persistente con o sin prurito anal. Otros refieren la formación de abscesos recurrentes.
Los antibióticos no tienen un rol importante en el tratamiento de los abscesos anales. Lo más importante es el drenaje quirúrgico. Los antibióticos son útiles en pacientes añosos, diabéticos o portadores de prótesis cardíacas.
Los abscesos perianal y isquiorrectal son drenados bajo anestesia local en forma ambulatoria. El drenaje siempre debe ser amplio.
Los abscesos submucosos, pelvirrectales o complejos en herradura requieren el tratamiento en pabellón con hospitalización.
En los pacientes que están cursando un absceso anal está contraindicada la realización del tacto rectal, lo que se debe realizar sí existe una duda diagnóstica es el examen bajo anestesia.
Las alternativas de tratamiento de las fístulas anorrectales es la fistulotomía o la fistulectomía.
La fistulotomia es la abertura del trayecto fistuloso sin resecarlo, y esta indicado en las fístulas intraesfinterianas.
La resección de la fístula o fistulectomía, esta indicada en las fístulas trans o extraesfinterianas. Cuando se compromete significativamente el esfínter externo, se debe proceder a la ligadura elástica de este, con lo que se consigue su sección retardada previniendo la incontinencia anal.
- Origen criptoglandular no especifica
- Inflamaciones pelvianas
- Trauma
- Cuerpos extraños
- Post-quirúrgicas
- Inmunosupresion
- Diagnóstico diferencial de abscesos fistulizados
- Actinomicosis
- Lesiones penetrantes
- Abscesos de Las glandulas de bartolino
- Enfermedadpilonidal
- Carcinoma
- Tumores presacros
- Fisura
- Prurito Anal
- Foliculitis
- Fistula rectovaginal
- Hidrosadenitis supurativa
- Quiste sebaceo
- Osteomielitis pelviana
- Tuberculosis
- Fístula uretroperineal
- Abscesos anorrectales
Un absceso anorrectal es una colección de pus causada por bacterias que invaden el espacio alrededor del ano o del recto. Los abscesos situados por debajo de la piel pueden producir dolor e hinchazón y la zona puede aparecer enrojecida y ser muy dolorosa al tacto.
A menudo, el médico puede ver un absceso en la piel alrededor del ano. Con el dedo puede percibir una hinchazón dolorosa en el recto, incluso aunque no se vea una hinchazón. Los abscesos del recto situados más arriba pueden no causar síntomas rectales pero sí producir fiebre y dolor en la parte baja del abdomen.
- Tratamiento
Los antibióticos son de escasa utilidad excepto en caso de fiebre, en los diabéticos o en los que, además, presentan una infección en otra parte del cuerpo. Generalmente, el tratamiento consiste en inyectar localmente un anestésico, realizar una incisión en el absceso y vaciar el pus. En ocasiones, debe hospitalizarse a la persona para someterla a anestesia general antes del proceso quirúrgico. Una vez que ha sido drenado todo el pus, puede desarrollarse un trayecto anormal hasta la piel (fístula anorrectal).
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