Artrosis


La artrosis u osteoartritis, es la enfermedad osteomuscular más prevalente en el mundo. En España la artrosis afecta a más de 7 millones de personas y según el estudio EPISER 2016, la prevalencia de artrosis en una o más localizaciones en población mayor de 40 años es del 29,35%.

Según EPISER 2016 en población mayor de 40 años la prevalencia de artrosis lumbar es del 15,52%, la de artrosis de rodilla del 13,83%, la de artrosis cervical del 10,10%, la de artrosis de manos del 7,73% y la de artrosis de cadera del 5,13%.

La artrosis es la enfermedad de un órgano: la articulación. En la artrosis se ven alterados todos los tejidos que la forman: El cartílago, el hueso subcondral, la membrana sinovial, la cápsula articular, los meniscos, las bursas, los ligamentos y los músculos. El origen de estas alteraciones es diverso.

Los síntomas principales son el dolor y la limitación de la función articular. Pueden añadirse: rigidez, crepitación, tumefacción, restricción del arco de movimiento articular, inestabilidad articular o atrofia muscular según el caso.

La artrosis puede afectar a cualquier articulación del cuerpo, pero es más común en las articulaciones que soportan peso, como las rodillas, las caderas, las manos y la columna vertebral. También puede afectar las articulaciones de los dedos, los hombros y otras áreas.

El diagnóstico de la artrosis se realiza a través de un examen físico tras el cual se pueden solicitar pruebas de diagnóstico por imagen, como radiografías, ecografía o resonancia magnética, para evaluar el estado de las articulaciones, el desgaste del cartílago y la presencia de cambios degenerativos.

Durante el examen físico, el médico se evalúan la movilidad de las articulaciones, y se buscando signos de inflamación, como hinchazón o enrojecimiento, y se realizando pruebas específicas para evaluar el rango de movimiento y la fuerza de las articulaciones.

Las pruebas de diagnóstico por imagen son útiles para visualizar las articulaciones y evaluar el grado de desgaste y daño. Las radiografías son una herramienta común utilizada para detectar la artrosis, ya que pueden mostrar el estrechamiento del espacio articular, la formación de osteofitos y otros signos de degeneración articular. La ecografía y la resonancia magnética pueden proporcionar información más detalladas acerca de otras estructuras articulares como la membrana sinovial, el cartílago y los tejidos circundantes.