¿Cuáles son los tipos de rotura fibrilar muscular y cual es el tratamiento?

Las roturas fibrilares musculares, también conocidas como desgarros musculares, pueden ocurrir en diferentes partes del cuerpo, muchas veces asociados a lesiones de etiología deportiva y pueden variar en gravedad según el grado de la lesión.


Grado I (Leve):

Desgarro parcial de las fibras musculares.

  • Síntomas: Dolor leve, hinchazón y sensibilidad en el área afectada.
  • Tratamiento: Reposo, aplicación de hielo, compresión, elevación de la extremidad afectada para favorecer el drenaje y antiinflamatorios no esteroides (AINEs) para controlar el dolor y la inflamación. En algunos casos se recurre al drenaje ecoguiado para acelerar la recuperación y terapia física es fundamental para promover la recuperación y prevenir la rigidez.


Grado II (Moderado):

Desgarro más extenso de las fibras musculares, pero sin una separación completa del tejido.

  • Síntomas: Dolor más intenso, hinchazón, hematomas visibles y limitación de la función.
  • Tratamiento: La base del tratamiento es similar al de grado I, pero suele requerir un período de reposo más prolongado y una rehabilitación más intensiva. Además de la fisioterapia, se pueden utilizar técnicas como la terapia de ultrasonido o el masaje terapéutico para promover la curación y la recuperación del músculo. En numerosos casos se recurre al drenaje ecoguiado del líquido para facilitar y acelerar la recuperación, e incluso, en casos seleccionados en deportistas, a la administración de plasma rico en factores de crecimiento.


Grado III (Grave o ruptura completa):

Separación completa del tejido muscular.

  • Síntomas: Dolor intenso, hinchazón significativa, hematoma extenso, pérdida de función y posiblemente una brecha palpable en el músculo.
  • Tratamiento: Puede requerir intervención quirúrgica para reparar el músculo lesionado. Después de la cirugía, se seguirá un programa de rehabilitación intensivo para restaurar la fuerza y la función muscular.