Dedos en garra: ¿síntomas, causas, diagnóstico, tratamiento y pronóstico?

Los dedos en garra son una afección médica caracterizada por la flexión o flexión anormal de los dedos de los pies, generalmente el segundo, tercer y cuarto dedo. Esta afección puede provocar malestar, dolor y dificultad para caminar.


Síntomas:

  • Deformidad del dedo del pie: el síntoma más evidente es que los dedos del pie parecen estar doblados en forma de garra o de martillo, con la articulación cerca de la base del dedo apuntando hacia arriba y las articulaciones media y final dobladas hacia abajo.
  • Dolor: Los dedos en garra pueden causar dolor e incomodidad, particularmente en las articulaciones dobladas o en la parte superior del dedo, donde roza el calzado.
  • Callos y callosidades: Los puntos de presión creados por los dedos doblados pueden provocar el desarrollo de callos o durezas en la parte superior, los costados o las plantas de los pies.
  • Dificultad para caminar: la deformidad puede dificultar el caminar cómodamente, lo que provoca una alteración de la marcha.

Causas:

  • Desequilibrio muscular: los dedos en garra a menudo son causados por un desequilibrio entre los músculos que doblan los dedos y los que los extienden. Cuando los músculos que doblan los dedos de los pies se vuelven más fuertes o más dominantes, pueden hacer que los dedos se deformen.
  • Condiciones neurológicas: el daño a los nervios o ciertas condiciones neurológicas, como la neuropatía periférica, pueden provocar debilidad muscular y contribuir al desarrollo de los dedos en garra.
  • Calzado: Los zapatos demasiado ajustados, estrechos o con tacones altos pueden forzar los dedos de los pies a una posición antinatural, lo que con el tiempo provoca dedos en garra.
  • Factores hereditarios: los antecedentes familiares de dedos en garra pueden aumentar el riesgo de desarrollar la afección.

Diagnóstico:

  • Evaluación clínica: un proveedor de atención médica realizará un examen físico para evaluar la apariencia de los dedos de los pies, la flexibilidad de las articulaciones y la presencia de dolor o malestar.
  • Evaluación neurológica: en los casos en los que se sospecha que la causa son condiciones neurológicas, puede ser necesaria una evaluación adicional de la función nerviosa.

Tratamiento:

Tratamiento conservador:

  • Modificación del calzado: elegir zapatos con una puntera más ancha y tacones bajos puede aliviar la presión sobre los dedos y proporcionar más espacio para una alineación adecuada de los dedos.
  • Dispositivos ortopédicos: los insertos ortopédicos personalizados o de venta libre pueden ayudar a sostener el arco del pie y aliviar la presión sobre los dedos.
  • Ejercicios para los dedos de los pies: Los ejercicios para fortalecer los músculos que extienden los dedos de los pies pueden ser beneficiosos.
  • Acolchado: Las almohadillas o cojines para los dedos pueden reducir la presión y la fricción, previniendo callos y callosidades.
  • Estiramiento y entablillado: un proveedor de atención médica puede recomendar ejercicios de estiramiento de los dedos y férulas para ayudar a realinear los dedos.

Inyecciones de corticosteroides: en casos de dolor o inflamación significativos, se pueden considerar las inyecciones de corticosteroides.


Cirugía: Cuando los tratamientos conservadores son ineficaces, puede ser necesaria una corrección quirúrgica. Los procedimientos quirúrgicos tienen como objetivo liberar o alargar tendones y ligamentos, corregir deformidades y reposicionar los dedos de los pies.