Castro Domínguez Francisco
La denervación mediante toxina botulínica es un procedimiento médico utilizado para tratar los dolores musculares crónicos causados por contracturas musculares, espasticidad o trastornos del movimiento. Esta técnica aprovecha las propiedades de la toxina botulínica, que es una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium botulinum, para bloquear selectivamente la liberación de acetilcolina en la unión neuromuscular, lo que resulta en una relajación muscular temporal.
El proceso de denervación mediante toxina botulínica implica la administración de inyecciones de toxina botulínica directamente en los músculos afectados. Una vez inyectada, la toxina botulínica se une a las terminaciones nerviosas y bloquea la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor que estimula la contracción muscular. Como resultado, se produce una relajación temporal de los músculos afectados, lo que alivia el dolor asociado con las contracturas musculares crónicas.
La denervación mediante toxina botulínica se utiliza comúnmente en el tratamiento de diversas afecciones musculoesqueléticas, incluyendo el dolor asociado con la espasticidad, distonía, espasmos musculares, y síndrome de dolor miofascial. También se ha utilizado con éxito en el tratamiento de trastornos neurológicos como la migraña crónica, la espasticidad en pacientes con parálisis cerebral, y el blefaroespasmo (espasmo involuntario de los párpados).
Los efectos de la toxina botulínica suelen durar varias semanas a meses, dependiendo de la dosis administrada y la respuesta individual del paciente. Después de este período, es posible que se requieran inyecciones adicionales para mantener los efectos terapéuticos.
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