Pie plano: ¿síntomas, causas, diagnóstico, tratamiento y pronóstico?

El pie plano, también conocido como arco caído o pie plano, es una condición en la que los arcos en el interior de los pies parecen estar aplanados, permitiendo que toda la planta del pie toque el suelo.


Síntomas:

  • Dolor de pie: el dolor o la molestia en los arcos, los talones o en la cara interna del pie es un síntoma común.
  • Dolor en el tendón de Aquiles: algunas personas con pie plano pueden experimentar dolor o tensión en el tendón de Aquiles.
  • Hinchazón: puede producirse hinchazón en la parte interior del tobillo.
  • Dificultad para caminar o pararse: los pies planos pueden provocar una sensación de inestabilidad o desequilibrio, lo que dificulta estar de pie o caminar durante períodos prolongados.
  • Fatiga: Los músculos de los pies y las piernas pueden cansarse más rápidamente, provocando fatiga y dolor.

Causas:

  • Herencia: Los factores genéticos pueden predisponer a las personas a tener pie plano. Si un miembro de la familia tiene pie plano, puede haber un mayor riesgo.
  • Tendones y ligamentos: el debilitamiento o estiramiento de los tendones y ligamentos que sostienen los arcos puede provocar pie plano.
  • Lesión: un traumatismo en el pie o el tobillo puede provocar pies planos.
  • Envejecimiento: El proceso natural de envejecimiento puede provocar cambios en la estructura del pie y contribuir al desarrollo del pie plano.
  • Embarazo: los cambios hormonales durante el embarazo pueden afectar la flexibilidad de los ligamentos, lo que podría provocar pies planos.
  • Condiciones médicas: Ciertas condiciones médicas, como la artritis reumatoide, pueden causar inflamación y daño a los tendones y ligamentos de los pies.

Diagnóstico:

Evaluación clínica: un proveedor de atención médica realizará un examen físico, evaluando los arcos, la marcha y la presencia de cualquier síntoma.

Análisis de la huella: a veces, se puede utilizar una prueba de la huella para determinar el alcance del colapso del arco. Se trata de mojar las plantas de los pies y examinar la huella resultante.


Tratamiento:


Tratamiento conservador:

  • Calzado: Elegir zapatos con soporte y amortiguación adecuados para el arco puede aliviar las molestias. También se pueden recomendar plantillas ortopédicas personalizadas.
  • Ejercicios de estiramiento: ejercicios específicos pueden ayudar a fortalecer y estirar los músculos y tendones de los pies.
  • Fisioterapia: un fisioterapeuta puede brindar orientación sobre ejercicios y técnicas para mejorar la función del pie y aliviar el dolor.
  • Medicamentos: Se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) para controlar el dolor y la inflamación.

Control de peso: Mantener un peso saludable puede reducir la tensión en los pies.


Dispositivos ortopédicos: Los dispositivos ortopédicos hechos a medida o de venta libre pueden ayudar a sostener los arcos y brindar alivio.


Cirugía: en casos graves en los que los tratamientos conservadores no son efectivos, se puede considerar la intervención quirúrgica. Los procedimientos quirúrgicos pueden implicar reparar o reconstruir tendones, realinear huesos o fusionar articulaciones para mejorar la alineación del pie.