Gil-Vernet Sedo José María
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Las técnicas quirúrgicas se basan en extraer, destruir o disminuir de tamaño (atrofiar) los tejidos de la HBP y, de este modo, dejar un amplio canal a la salida de la vejiga para una micción sin problemas. Estas técnicas no eliminan la totalidad de la glándula prostática, puesto que su extirpación sólo estaría indicada en los pacientes con cáncer de próstata.
Prostatectomía abierta. Fue el primer procedimiento utilizado (practicado ya finales del siglo XIX) y en la actualidad se recomienda en próstatas de gran tamaño (más de 90 g) y/o que presentan grandes litiasis vesicales (piedras), divertículos vesicales, estenosis uretral (estrechez de la uretra) o hernia inguinal concomitante.
Se realiza bajo anestesia general o anestesia regional (raquianestesia). El cirujano realiza una pequeña incisión entre el ombligo y el pubis. Se alcanza la próstata a través de la vejiga o del cuello vesical, extirpando el tejido de HBP en su totalidad. Se coloca una sonda uretral que se retira al quinto día de la intervención. El tiempo de ingreso hospitalario oscila entre 5 y 7 días. Los resultados, en los casos seleccionados, son excelentes ya que el paciente presenta mejor caudal miccional en comparación con otros procedimientos menos invasivos (RTU o láseres) y también presenta una incidencia menor de reintervenciones y de estenosis (estrechez) uretral. Con las técnicas quirúrgicas actuales sólo requieren transfusión sanguínea el 7% de los pacientes.
Resección transuretral (RTU) de próstata.
Esta técnica se desarrolló en la década de 1920-30 y su aplicación se extendió a partir de 1970. Desde entonces, la incorporación progresiva de nuevas tecnologías ha introducido mejorías en esta técnica. Hoy en día la RTU de próstata se considera la cirugía más efectiva en el tratamiento de la HBP. Se calcula que el 95% de la cirugía en próstatas entre 30-90 gramos se realiza con esta técnica. Para poder demostrar la eficacia de los procedimientos más innovadores, como las técnicas láser, se comparan con la RTU.
La operación se realiza bajo anestesia general o regional (raquídea) con un resectoscopio, aparato que se introduce a través de la uretra y que, por medio de la corriente eléctrica, va cortando en finas láminas el tejido de HBP y coagulando los puntos de sangrado. Debido a los líquidos de irrigación utilizados, la cirugía no debe prolongarse más de 2 horas puesto que existe riesgo de alteraciones en la composición iónica de la sangre (hiponatremia). El tiempo de ingreso hospitalario oscila entre 2 y 3 días.
RTU plasmakinética y vaporización prostática.
Es la técnica de RTU más avanzada. La energía eléctrica convierte el suero salino en una nube de plasma con un campo de partículas ionizadas que permiten un "corte y sellado" preciso, acortando el tiempo de intervención casi a la mitad comparado con la RTU clásica. Otra ventaja de la RTU bipolar (sistema plasmakinético) es la posibilidad de tratar próstatas de mayor tamaño con menor pérdida de sangre y con un periodo postoperatorio más breve y con menos molestias. Asimismo, esta tecnología dispone de un sistema de vaporización que destruye eficazmente el tejido prostático. El ingreso hospitalario es de 1 o 2 días.
Mañana | Tarde | |
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Martes | 10.00 - 14.00 h | 16.00 - 19.00 h |
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