Raventós Negra José María
Un Port-a-cath es un dispositivo que proporciona un acceso venoso permanente, es decir, permite el acceso repetido al sistema vascular, facilitando tanto la extracción de muestras de sangre como la administración de medicaciones, nutrientes, productos sanguíneos, etc reduciendo las molestias asociadas a las punciones repetidas o la incomodidad de un catéter externo.
- ¿Cuándo está indicado colocar un Port-a-cath?
La colocación de un dispositivo de acceso venoso permanente se recomienda a todo paciente que requiera un acceso vascular repetido o continuo para la administración de quimioterapia, sangre y derivados u otras medicaciones.
La indicación corre a cargo de su oncólogo, hematólogo o médico responsable de su proceso, quien conoce el tipo de tratamiento, duración y forma de administración que usted requiere.
- ¿Quién me colocará el Port-a-cath?
Si su médico responsable ha indicado la implantación de un Port-a-cath, le remitirá a un cirujano que es quien se encargará de su colocación.
Se trata de una pequeña intervención quirúrgica que, por medidas de asepsia, debe llevarse a cabo en quirófano. Además, durante la intervención se comprueba radiológicamente la correcta localización de la punta del catéter venoso a nivel de la entrada del corazón (es un procedimiento muy similar a la colocación de un marcapasos).
La operación se lleva a cabo bajo anestesia local (con o sin sedación endovenosa) y de forma ambulatoria.
- ¿Cómo es el Port-a-cath?
El dispositivo se compone de un reservorio o portal de titanio conectado a un catéter que se introduce en el torrente venoso. De preferencia se cateteriza una de las venas de la región cérvico-torácica (yugular, subclavia o cefálica) ya que el portal necesita apoyarse sobre una estructura ósea subyacente, en este caso, la parrilla costal.
- ¿Qué complicaciones puede haber?
El uso de un sistema Port-a-cath conlleva posibles riesgos que normalmente se asocian bien con la colocación bien con la utilización posterior.
- Complicaciones de la colocación. Todo acto quirúrgico puede presentar complicaciones, pero lo más frecuente es que no haya ninguna. Las complicaciones posibles en esta cirugía son: hematoma de la herida (0.8 %); neumotórax (1.3 %); otras complicaciones descritas en la literatura pero que no se han presentado en nuestra experiencia son: infección; tromboflebitis, hemorragia, lesión al vaso, fragmentación del catéter, embolización, arritmia cardiaca, punción cardiaca, endocarditis, rechazo del implante y lesión del conducto torácico.
- Complicaciones del uso. Infrecuentes también, incluyen infección, trombosis, migración del catéter, extravasación de soluciones medicamentosas, tromboflebitis, rotación del portal.
Para evitar en lo posible las complicaciones operatorias es preciso practicar una visita y estudio preoperatorios.
Las complicaciones del uso se minimizan si la manipulación del sistema se lleva a cabo por personal formado y habituado como el que le atenderá en la Unidad de tratamiento Quimioterápico ( U.T.Q ) y en la planta de hospitalización de Centro Médico Teknon.
- ¿En qué me puede afectar el ser portador de un Port-a-cath?
En principio en nada. Una vez pasado el proceso de inflamación postoperatoria, el aparato no produce molestias. Al estar colocado de forma subcutánea, no es visible (sólo en pacientes con poca grasa puede adivinarse un pequeño abombamiento, como si tuviera un quiste).
En el caso en que requiera tratamiento con infusión continua, el tener que estar conectado permanentemente a una bomba condiciona un poco algunos hábitos o movimientos, pero el personal del U.T.Q le explicará el funcionamiento del sistema y cómo hacer que los inconvenientes sean mínimos.
El hecho de ser portador de un Port-a-cath le permite desarrollar una vida laboral y social normal.
Al tener el portal una cámara de titanio, debe usted advertir que es portador de este tipo de dispositivos en aquellas instalaciones que dispongan de detector de metales tales como aeropuertos y juzgados, ya que pueden ser activados.
- ¿Qué tipo de mantenimiento precisa y cuánto puede durar el Port-a-cath?
Mientras siga tratamiento, el personal de enfermería se encarga de todas las medidas precisas para que su Port-a-cath mantenga un correcto funcionamiento, evitando las posibles complicaciones de su uso ya mencionadas, de forma que pueda disfrutar de sus ventajas durante todo el tratamiento. Si es preciso, un Port-a-cath puede mantenerse funcionando durante años.
Una vez finalice su tratamiento, suele conservarse durante un tiempo prudencial, para lo cual sólo es preciso heparinizar el sistema periódicamente cada 1 o 2 meses.
- ¿Cuándo se retira el Port-a-cath?
El momento de retirarlo lo indicará, al igual que la colocación, su oncólogo o médico responsable, debiendo contactar con el cirujano que se lo implantó para concertar la retirada del mismo. Esta se lleva acabo con anestesia local: es un procedimiento de mayor facilidad que la colocación.
Mañana | Tarde | |
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Lunes | 9.30 - 13.30 h | 16.00 - 20.00 h |
Martes | 9.30 - 13.30 h | 16.00 - 19.00 h |
Miércoles | 9.30 - 13.30 h | 16.00 - 19.00 h |
Jueves | 9.30 - 13.30 h | 16.00 - 19.00 h |
Viernes | 9.30 - 13.30 h | - |