Desplazarse preferentemente en horas de poco calor sobre todo si el viaje ha de ser largo.
Utilizar siempre los sistemas de retención infantil homologados y adecuados al peso del niño y no olvidar jamás el cinturón de seguridad.
Recordar activar el dispositivo de seguridad en las puertas traseras.
Mantener el aire acondicionado a temperatura de confort y no de frío, no dirigir las rejillas de salida del mismo hacia el cuerpo de los niños y abrir periódicamente las ventanillas para aumentar la humedad del aire dentro del habitáculo del coche.
Llevar siempre agua en el coche, bolsas para el vómito, toallitas húmedas y ropa de recambio.
Efectuar paradas regularmente.
Para evitar el mareo procurar que el niño esté bien sujeto con los sistemas de seguridad, distraerlo con música, videos, canciones o juegos y evitar la lectura. Consultar con el Pediatra para que asesore en la utilización de medicamentos anti-mareo, si fuera necesario. En los bebés el llanto desconsolado puede ser el único síntoma de mareo.