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Alimentación y suplementación nutricional en pacientes con Lipedema

La alimentación y los hábitos de vida son cruciales para controlar los signos y síntomas del lipedema.

Alimentación Lipedema Ana Torres TeknonAlimentación Lipedema Ana Torres Teknon

Estudios recientes destacan la importancia de la dieta antiinflamatoria y la dieta cetogénica para acompañar el cambio de hábitos necesario en las pacientes. Muchos profesionales ya integran el acompañamiento nutricional con la cirugía o el tratamiento conservador.

A partir del conocimiento del lipedema han ido sugiriendo posibles protocolos de ayuda al tratamiento de forma integrativa. Entre ellos, el conocimiento del impacto de la alimentación y la regulación de la inflamación de bajo grado a diferentes niveles.

Por todos es conocida ya la importancia de la "Dieta Antiinflamatoria " y la "Dieta Cetogénica " para acompañar este cambio de hábitos indispensable en las pacientes .

Existen ya muchos profesionales que integran el acompañamiento nutricional con la cirugía o el tratamiento conservador.

Investigaciones recientesEste enlace se abrirá en una ventana nueva, como la de la Universidad de Tor Vergata, asocian el mal funcionamiento de detoxificación hepática con pacientes de lipedema. Dicho estudio concluye que en las mujeres estudiadas que presentan este polimorfismo genético tienen cerca del triple de posibilidades de sufrir la enfermedad.

La dificultad en la metilación hace que el hígado no detoxifique bien las hormonas sexuales, el cortisol, la histamina, ciertos tóxicos ambientales, disruptores endocrinos y algunos medicamentos.

La importancia de la consulta nutricional

Dedicar tiempo a las pacientes es clave para hacer una buena anamnesis y entrevista dietética, que nos revele ciertos marcadores comunes en pacientes afectadas de lipedema. En estas, por ejemplo, es común encontrar déficits de vitaminas del complejo B, como el ácido fólico y la vitamina B12, y esto se asocia a unos niveles de homocisteína en sangre más elevados.

Con una pauta nutricional y de suplementación adecuada, podemos optimizar esta vía de metilación necesaria para la correcta asimilación de estas vitaminas que , en déficit, pueden actuar como disparadores de inflamación de bajo grado entre otras cosas, como predisposición a la anemia ferropénica, dificultades en la gestación, problemas de fertilidad, síntomas neurológicos, etc.

Otro punto indispensable a valorar en estas pacientes son los niveles de vitamina D3 en sangre. Necesitamos buscar niveles óptimos y no solamente "suficientes" de esta vitamina-hormona fundamental en la regulación de la inflamación, el estado de ánimo y el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Esto será una consideración muy importante para el éxito en la recuperación de una cirugía y la buena predisposición anímica de las pacientes para afrontar el tratamiento.

El papel de la microbiota

Otro factor a tener en cuenta es la microbiota, infravalorada en este tipo de procesos. El equilibrio de la microbiota mucoprotectora frente a microbiota potencialmente patógena es muy relevante en condiciones de inflamación crónica, ya que afectará directamente a la permeabilidad intestinal.

En el tratamiento de un desequilibrio de la microbiota cada cepa probiótica tendrá una especificidad diferente. Una de las cepas más prometedoras a nivel de estudios recientes, Lactobacillus gasseri, es la que tiene una actividad más clara en el tratamiento de la obesidad y los depósitos de grasa.

Un estudioEste enlace se abrirá en una ventana nueva de la Universidad de Cambridge concluye la relación entre la disminución del perímetro abdominal y la grasa visceral de los pacientes tratados con este probiótico.

Otros estudiosEste enlace se abrirá en una ventana nueva llevados a cabo en Bélgica revelan la relación entre la pobreza en la diversidad del microbioma en la población con tendencia obesogénica e inflamatoria con independencia de su estilo de vida.

La cepa Akkermansia muciniphila, como concluye otro de los estudiosEste enlace se abrirá en una ventana nueva, es una de las principales productoras de butirato, un ácido graso de cadena corta con efectos antiinflamatorios a nivel intestinal y por ende beneficioso para controlar la hiperpermeabilidad intestinal y la inflamación de bajo grado.

Esto nos lleva a pensar que además de la genética y nuestros hábitos alimentarios y de, la herencia del microbioma que recibimos en la etapa perinatal y después del parto puede ser crucial para dibujar un perfil en nuestro microbioma particular que nos incline hacia una situación patológica o composición corporal de nuestro cuerpo.

Teknon-banner-cast. Este enlace se abrirá en una ventana nuevaTeknon-banner-castEste enlace se abrirá en una ventana nueva

Pautas dietéticas

Existen pautas dietéticas utilizadas en la dieta antiinflamatoria que promueven el crecimiento de A. muciniphila, lo que se conoce como alimentación prebiótica:

  • Aumentar el consumo de almidón resistente: tubérculos (boniato, patata), cereales integrales, plátano macho y yuca cocinados y enfriados durante 12 horas.
  • Aumentar el consumo de polifenoles como arándanos, frambuesas, granada, uva, cacao puro, frutos secos como sésamo, nueces, almendras, té verde…
  • Aumentar las proteínas de buena calidad: huevos bio, pescado de pequeño tamaño, carne blanca o roja ecológica, legumbres…
  • Aumentar el consumo de alimentos fermentados: Kéfir de agua o leche de cabra u oveja, kéfir de coco, chucrut, kimchi, kombucha, miso, yogures, quesos frescos y curados, tempeh, tamari, encurtidos, vinagre de manzana sin filtrar, etc.
  • Consumir más fibra insoluble: inulina
  • Consumir más alimentos ricos en quercetina: trigo sarraceno, manzana, ajo, cebolla, espárragos.
  • Aumentar el consumo de grasas buenas como frutos secos, aguacate, pescado azul, aceite de oliva virgen extra, ghee etc.

Todas estas prácticas harán predominar nuestra microbiota protectora para desplazar a posibles patógenos, aumentarán los niveles de ácido butírico y butirato en nuestros intestinos que se utilizarán como fuente energética para sintetizar más moco y reparar la barrera intestinal.

Las hormonas

Los desajustes hormonales, como el síndrome del ovario poliquístico y la resistencia a la insulina, son factores importantes a tener en cuenta en la pauta dietética y de suplementación para regular la inflamación.

Finalmente, favorecer una buena glucemia y buen perfil lipídico, tener en cuenta los nutrientes clave para la función mitocondrial , evitar hipovitaminosis, etc…

Todo esto ayudará a evitar riesgos asociados al Lipedema y conseguir una buena flexibilidad metabólica que será clave para gestionar el exceso de tejido graso inflamado.

La Unidad de Lipedema del Instituto Ana Torres en Centro Médico Teknon

El Instituto Ana Torres en Centro Médico Teknon dispone de una unidad especializada en el tratamiento integral del lipedemaEste enlace se abrirá en una ventana nueva formada por un equipo multidisciplinar de especialistas en esta patología.

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