Colomé Calafí María
La otitis, la secreción del oído medio o el colesteatoma son las infecciones de oído más comunes.
- Otitis media con derrame
El área posterior del tímpano se llama oído medio que normalmente está lleno de aire. Este aire es constantemente absorbido por las membranas que revisten el oído medio y se llena constantemente por la acción de la trompa de Eustaquio. La trompa de Eustaquio es un canal colapsable o tubo que conecta el oído medio con la parte posterior de la garganta. Se abre y se cierra de forma intermitente y permite que el aire entre desde la garganta hacia el oído medio. Un ejemplo de esta función es bien plausible cuando cambian bruscamente de altitud, bajando un puerto de montaña, bajando dentro de un ascensor o en las maniobras de descenso de un avión. La razón por la que los niños hacen infecciones y/o desarrollan un derrame en la parte posterior de la oreja no es todavía bien conocida. A pesar de ello, cuando la trompa de Eustaquio no trabaja correctamente a causa de resfriados, alergias, adenoiditis o simplemente por no tener el ángulo adecuado, el aire no llena el oído medio, provocando un efecto de vacío que hace que el tímpano sea aspirado hacia adentro provocando su retracción. Esto predispone al niño a desarrollar una otitis media que puede ir acompañada de derrame (efusión del oído medio). Ambas condiciones se asocian con una pérdida temporal de la audición.
- Secreción del oído medio
La presencia de fluido en el oído medio, a menudo se llama efusión o secreción. Muchos médicos usan el término "infección de oído" para describir estos síntomas, si bien no todas las secreciones están infectadas. A menudo, se da medicación con antibióticos, pero no siempre es necesario para ayudar a resolver la secreción. Los síntomas de una efusión pueden ir asociados a una pérdida auditiva, sensación de presión, malestar o una indefinición sintomática.
- Colesteatoma
Los colesteatomas pueden presentarse sin que se haya perforado el tímpano y sin ningún antecedente de infección. Estos tipos de colesteatomas se llaman colesteatomas congénitos. Los colesteatomas pueden llegar a destruir el hueso que envuelve el oído medio, y pueden producir una pérdida auditiva y supuraciones. El microscopio quirúrgico es la técnica apropiada para inspeccionar el oído medio y limpiarlo, especialmente cuando está infectado.
El colesteatoma es un proceso patológico que, cuando se diagnostica, requiere un tratamiento rápido. Los antibióticos y los polvos óticos, combinados con una limpieza del oído medio con ayuda del microscopio quirúrgico, pueden mejorar la infección. Los pólipos pueden disminuir o bien ser extirpados quirúrgicamente una vez resuelta la infección. En algunos casos, si la infección es severa, se pueden aplicar antibióticos por vía intravenosa.
- Otitis del baño
Cuando el agua entra en el conducto auditivo, puede transportar bacterias u hongos. Normalmente, el agua sale de la oreja y el conducto auditivo se seca solo, y las bacterias y los hongos desaparecen y no causan problemas. Pero, a veces, el agua queda atrapada en el conducto y reblandece la piel. Es entonces, cuando las bacterias y los hongos crecen y se reproducen, infectando el oído externo.
Síntomas de la otitis del baño
- La oreja parece tapada y puede llegar a picar y ser muy dolorosa
- El conducto auditivo se inflama y, a veces, se obstruye
- La oreja comienza a secretar un líquido blanquecino suave al tacto, especialmente en el cartílago que se encuentra delante del conducto auditivo
Ante estos síntomas, o si los ganglios del cuello se inflaman, es necesario que visite a su otorrinolaringólogo.
- Prevención
Si usted se siente las orejas húmedas o tapadas después del baño, de lavarse la cabeza o ducharse, utilice gotas (p. ex. alcohol boricado) para secarse las orejas que se venden en la farmacia sin receta médica. Incline la cabeza y después de ponerse las gotas haga un masaje desde la parte exterior de la oreja para que se impregne bien el conducto auditivo y después ponga la oreja hacia abajo con la finalidad de extraer el líquido interior. Repita la misma operación con la otra oreja.
Si usted padece una infección en la oreja, ha tenido una perforación o enfermedad del tímpano, o ha sido operado de la oreja, consulte al otorrinolaringólogo antes de usar cualquier tipo de gotas para la oreja. No es recomendable usar bastoncillos de algodón, ya que empujan les impurezas hacia el fondo del estrecho canal auditivo, irritando la fina piel del conducto, provocando, a menudo, infecciones.
Si padece a menudo este problema, su otorrinolaringólogo puede recetarle gotas oleosas que le protegerán sus orejas de los efectos del agua. Las personas que producen cerumen con facilidad, son propensas a padecer otitis del baño. Conviene que una vez al año, y antes de comenzar la temporada de baño visite a su otorrinolaringólogo para que le limpie las orejas de cera.
- ¿Qué produce picor en la oreja?
El picor en la oreja es exasperante. Puede ser un síntoma causado por hongos, o alergia, pero la causa más frecuente es la dermatitis crónica del canal auditivo, una especie de inflamación de la piel. Uno de los tipos es la dermatitis seborreica, que desprende una especie de caspa, cera seca en forma de placas finas y abundantes. Estos pacientes deberían evitar la ingesta de alimentos con un elevado contenido de grasa, azúcares, almidón, hidratos de carbono y chocolate. El médico le puede prescribir gotas óticas a base de cortisona para mitigar el picor durante la noche, pero esto es un tratamiento a corto plazo y que ha de ser controlado por el médico.
- Mosquitos y otros insectos
Muchos tipos de insectos pueden introducirse dentro de la oreja. Los mosquitos y otros insectos pueden quedar atrapados con la cera y no poder salir. El aleteo puede generar al paciente una situación de malestar y de espanto. Para sacar los mosquitos atrapados en la cera hay que lavar abundantemente la oreja con una pera de goma y agua tibia. Después hay que secar el canal auditivo con unas gotas de alcohol. Si se trata de un insecto mayor, introducir unas gotas de aceite mineral en la oreja que matará el insecto. Esto puede tardar unos 5 a 10 minutos. Después visite a su otorrinolaringólogo para que le extraiga el insecto de la oreja. No intente hacerlo por su cuenta.
- Objetos extraños
Bolitas, minas de lápiz, trozos de goma de borrar, piezas de juguetes de plástico, legumbres seca, son los objetos que más frecuentemente se ponen los niños en las orejes. No deben usarse nunca pinzas ya que su extracción es un acto delicado que conviene que sea practicado por un médico.
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