Soler Insa Pere Antoni
La incidencia del trastorno depresivo mayor es del 2-5 %, la prevalencia vida se sitúa alrededor del 10.5 % en España según el estudio ESEMeD realizado en el ámbito de la Comunidad Europea (Alonso y colaboradores, 2006). Para el conjunto de trastornos depresivos la prevalencia a lo largo de la vida corresponde al doble o al triple.
La depresión mayor es dos veces más frecuente entre las mujeres que entre los varones. A menudo aparece antes de los 45 años de edad y presenta una mayor prevalencia entre los individuos nacidos después de la Segunda Guerra Mundial. La prevalencia no difiere según las razas, pero es mayor entre personas divorciadas o separadas, en las clases sociales más desfavorecidas y entre familiares de primer grado de enfermos depresivos.
La mayoría de estudios confirman que un porcentaje de pacientes recaerán a lo largo de su vida; probablemente antes de pasados cinco años después de haber abandonado el tratamiento; ello es más probable si no se ha conseguido una total mejoría.
Vea "Qué es la depressió" en esta misma web.
Durante los intervalos entre los episodios depresivos, la mayoría de enfermos no presentan síntomas, pero entre un 20 y un 28% de los pacientes se cronifican. Entre un 60 y un 70% de los pacientes con depresión mayor responden favorablemente a los antidepresivos (como demuestran los estudios de 6 semanas a 6 meses de tratamiento). Las estrategias diseñadas para tratar las "depresiones resistentes" también obtienen buenos resultados en alrededor del 50% de los casos; por todo ello puede afirmarse que, finalmente, la inmensa mayoría de pacientes depresivos mejorarán mucho o totalmente.
Es importante tener en cuenta las guías de tratamiento elaboradas por expertos (ver RTM en esta web).
Los antidepresivos son, pues, fármacos muy eficaces, tanto para el tratamiento de los episodios graves como moderados (depresión mayor), incluso cuando el episodio está relacionado con acontecimientos biográficos recientes o repetidos.
Los primeros antidepresivos (AD) se introdujeron hace ya poco más de 40 años y su eficacia a corto, medio y largo plazo ha sido demostrada en múltiples y extensos estudios controlados frente a placebo.
En general son fármacos bien tolerados. Los antidepresivos tricíclicos (ADT) "clásicos" producen con frecuencia efectos secundarios de algún tipo, generalmente anticolinérgicos, pero rara vez obligan a suspender el tratamiento.