Ballesta López Carlos
Consideraciones previas a la cirugía de la obesidad mórbida
- Todo paciente que vaya a ser sometido a cirugía debe poder conocer previamente los tipos de cirugía posibles, las diferentes técnicas que se realizan y los riesgos que cada una conlleva.
- El paciente debe saber que la cirugía se realizará siempre bajo anestesia general y que ésta comporta unos riesgos que, aunque la propia tecnología minimiza, deben ser conocidos y valorados previamente.
- La cirugía y la situación de la obesidad patológica que sufre el paciente aumentan las complicaciones en la recuperación posquirúrgica. Estos riesgos o complicaciones son directamente proporcionales a la técnica que se use. Así pues, en una intervención agresiva en donde se le practique al paciente una apertura de abdomen, existirá un mayor riesgo y probabilidad de complicaciones que en una intervención realizada por laparoscopia.
- Diferencias entre cirugía abierta y cirugía laparoscópica
En la actualidad la cirugía para el tratamiento de la obesidad mórbida se clasifica en dos tipos: la realizada por cirugía abierta y la realizada por cirugía laparoscópica.
Veamos algunas características contrapuestas entre ambas técnicas de intervención.
Agresividad de la cirugía
- Cirugía abierta: Más agresiva. El cirujano necesita abrir ampliamente el abdomen del paciente. Las consecuencias inmediatas de esta agresividad son diversas: un mayor riesgo de infecciones, de eventración o hernia incisional, problemas respiratorios que se suman al riesgo inherente a la técnica quirúrgica realizada, como puede ser el riesgo de peritonitis, de abscesos intraabdominales y de mortalidad del paciente. Existen también consecuencias de tipo estético como la propia cicatriz que deja una intervención que abre al paciente desde el pecho hasta el ombligo.
- Cirugía laparoscópica: Menos agresiva. La cirugía practicada en el Centro Laparoscópico de Barcelona se realiza a través de 5 trócares, de los que 3 son de 5mm y 2 de 12mm, por donde se introducirá todo el material quirúrgico y de visión necesarios para intervenir en el interior del paciente. Para obtener una cavidad abdominal con visión adecuada, se insufla CO² al paciente. Esto consigue que se minimicen los problemas respiratorios; las infecciones, hernias incisionales, abscesos, etc, no existen o son muy excepcionales. Estéticamente, el paciente no tendrá ninguna cicatriz; tan sólo le quedarán las incisiones de los trócares, que resultan inapreciables a simple vista.
Diferencias prácticas durante y después de la intervención
- Cirugía abierta: Requiere un proceso global más dilatado, en especial el postoperatorio. Destacan especialmente los problemas que surgen en los primeros 5 días en que el paciente experimenta dificultades respiratorias, dolor en la herida operatoria, riesgo de infección, de abcesos, de peritonitis y de hernias incisionales. Para reducir este riesgo es necesario colocar una sonda nasogástrica y otra urinaria, así como administrar calmantes y sueros al paciente.
- Cirugía laparoscópica: requiere un proceso global más ágil y menos agresivo para el paciente, ahorrándole toda la lista de problemas asociados que, mientras en cirugía laparoscópica son una excepción, en cirugía abierta son relativamente frecuentes. El postoperatorio es también más sencillo, ya que el paciente abandona el quirófano sin sondas y el 90% de los pacientes inicia la dieta oral a las 48 horas, abandonando el hospital a las 72 horas. Los calmantes se requieren en menor dosis. Aunque algunos pacientes se han reincorporado a sus puestos de trabajo a las 48 horas de ser operados, se recomienda guardar reposo al menos 2 semanas.
- Elegir al cirujano
Es importante saber si deseamos ser operados por cirugía abierta o beneficiándonos de las ventajas de la cirugía laparoscópica, pero aún lo es más escoger correctamente a nuestro cirujano, en quien depositaremos nuestra confianza (y nuestra salud).
Debe afrontarse la elección del cirujano sin miedo a preguntar: a un buen profesional las preguntas no le molestan, ni suponen una muestra de desconfianza por parte del paciente que sufre de obesidad. Todos los cirujanos saben que un paciente bien informado colabora en el éxito final de la intervención.
Entre otras muchas preguntas que usted necesite hacer, destacamos por su importancia las siguientes:
- ¿Qué experiencia tiene el cirujano en esa intervención?
Una operación reciente y sin historia puede que no sea la más adecuada, pues se desconocen los resultados y problemas a lo largo de los años. Es mejor que el cirujano realice una operación consolidada pues las posibilidades de éxito a largo plazo serán mayores. Es importante que el cirujano tenga experiencia en la técnica utilizada, ya que la cirugía es una técnica manual y cuanto más se realice, mejor y más perfecta se hará.
- ¿En qué Centro u Hospital se realizará la cirugía?
La cirugía de la obesidad es una cirugía difícil y el manejo del operado de obesidad complejo, por consiguiente hay que huir de los cirujanos que nos ofrezcan las maravillas de la cirugía en una presunta unidad situada en una dirección poco reconocida, y buscar centros profesionales y perfectamente equipados, con amplia experiencia en esta cirugía. En este sentido es importante que dispongan de una unidad de cuidados intensivos, con posibilidad de transfusión o en definitiva de resolver cualquier problema que se pueda presentar durante la intervención.
- ¿Cuáles son los resultados de las operaciones realizadas y quién los avala?
Es fácil operar o decir que se realiza mucho una determinada cirugía. Pero para saber si es cierto, lo mejor es conocer los resultados que tiene el equipo quirúrgico y quién los corrobora. Entre estos estarán:
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- El número de pacientes que opera al año el equipo quirúrgico y el tiempo que hace que realizan la cirugía.
- Es importante saber también el número de problemas o complicaciones que tiene cada cirujano: un índice elevado de resultados con complicaciones debe alejarnos de sus manos.
- La dirección del centro y del hospital donde se realiza la cirugía, que tiene la obligación de confirmar los datos que le aporta su cirujano.
- El número de pacientes que encontrará en la consulta y sus comentarios. Una consulta concurrida con pacientes tranquilos y comentarios agradables es un punto de referencia claro.
Por último, la persona que ha padecido o padece obesidad está dispuesta a ayudar a otras personas que tienen su mismo problema. Por lo que sin faltar al secreto profesional, un cirujano con experiencia dispondrá probablemente de una lista de 25 o 30 personas que están dispuestas a dar su teléfono para aconsejar o aportar su experiencia.
Todo cirujano o equipo quirúrgico, por muy bueno que sea, tiene pacientes que han sufrido complicaciones. No hay que tener miedo de preguntar por estos pacientes y, si es posible, contactar con ellos por teléfono para que cuenten su experiencia. Es en estas situaciones más complejas cuando más se aprecia la calidad del equipo quirúrgico.
- Tipo de intervención
Básicamente, las técnicas que utiliza el cirujano para intervenir al paciente que sufre de obesidad, se dividen en tres:
- Las que están dirigidas a que el paciente pueda comer menos reduciendo la capacidad de su estómago (las más conocidas son la gastroplastia vertical anillada y la banda o anilla gástrica)
- Las que están dirigidas a que los alimentos que se coman no se absorban y, por consiguiente, se produzca una pérdida de peso (diversión biliopancreática).
- Las mixtas, que disminuyen la capacidad del estómago a la vez que reducen parte de la absorción de alimentos (bypass gástrico).
Esta última es la más utilizada por su efectividad, ya que entre otras ventajas, no requiere que el paciente colabore activamente para lograr la reducción de peso.
- Técnicas que reducen el estómago
- Gastroplastia. La más común de estas técnicas reductoras de estómago es la gastroplastia vertical anillada, que consiste en realizar una perforación en el estómago y mediante máquinas de sutura, coser o grapar el estómago a la vez que se pone un anillo posibilitando que el estómago quede reducido a la décima parte de su volumen normal. Esta reducción del estómago hace que el paciente no tenga hambre, ingiera menos alimentos y pierda peso.
- Banda gástrica. Esta técnica consiste en practicar una reducción funcional del estómago colocando para tal fin una banda PTFE, o una banda hinchable (material bien tolerado por el cuerpo) a nivel de la parte superior gástrica, calculando un volumen de 60 mililitros. Esta banda se fija al estómago mediante puntos y una máquina especialmente fabricada para ello. Con esta técnica lograremosreducir el estómago y el mismo efecto que con la técnica de gastroplastia vertical, pero sin seccionar el estómago y sin cortarlo ni poner grapas.
- Técnica que impide la absorción de los alimentos
La más significativa es la derivación bilio-pancreática. Consiste en cortar y quitar parte del estómago e inutilizar parte del intestino delgado (lugar por donde la bilis y jugos pancreáticos actúan preparando los alimentos para su posterior absorción). Los alimentos pasan del estómago al intestino delgado y se unen con las bilis a los 60-100 cm. y luego al intestino grueso, punto donde teóricamente deberían absorberse los alimentos. De esta forma la digestión no es completa y la absorción y nutrición quedan alteradas. Esta técnica conlleva unos déficits enzimáticos, electrolíticos, vitamínicos, etc. que deben ser ampliamente controlados. Si no se realiza este control puede ocasionar problemas graves e importantes para la salud del paciente.
- Técnicas mixtas
Bypassgástrico. La técnica del bypassgástrico por laparoscopia consiste en cortar, grapar y seccionar la parte más alta del estómago (donde entran inicialmente los alimentos) dejando un estómago pequeño de aproximadamente unos 50 cc, que es lo que llamaremos reservorio. Esto se realiza mediante máquinas de sutura automáticas, especialmente diseñadas para tal fin.
Seguidamente se divide el intestino y se empalma con el reservorio, de modo que los alimentos acceden directamente a tramos más lejanos del intestino delgado, ahorrándonos la absorción de los alimentos que se produce en un recorrido de aproximadamente 1,5 a2 metros.
Lo que se pretende con esta técnica es:
- Reducir la cantidad total de alimentos ingeridos. Se come menos porque el reservorio que actúa de estómago es más pequeño y se llega antes a la sensación de saciedad.
- Al pasar los alimentos directamente del estómago (reservorio) al intestino, en tramos más lejanos se consigue reducir el contacto de los alimentos con la bilis y reducir la superficie de absorción del intestino en aproximadamente 2,5 a3 metros.
- En pacientes comedores de dulces (chocolates, bombones, etc.) aparece dolor abdominal y diarreas cuando toma este tipo de alimentos, que paulatinamente le llevan a una deshabituación.
- Algunos pacientes experimentan cambios en las apetencias por los alimentos, de modo que tienen menos ansiedad por comer y a algunos alimentos que antes comían en exceso ahora ya no les encuentran tanto gusto.
- ¿En qué consiste el preoperatorio?
Toda cirugía supone un riesgo mayor o menor para el paciente y por consiguiente, con el objetivo de reducirlo al máximo, hay que descartar enfermedades y patologías varias, como de corazón (isquemia, arritmias, etc.), metabólicas (diabetes) o de otro tipo que pudieran complicar la intervención quirúrgica.
Todo paciente, antes de ser sometido a intervención quirúrgica y una vez descartados trastornos metabólico-endocrinos (especialmente tiroideos), deben efectuarse las siguientes pruebas:
- Impedanciometría
- Radiografía de tórax
- Tránsito baritado esófago-gastroduodenal
- Pruebas de función respiratoria
- Electrocardiograma
- Analítica general consistente en: hemograma, hemostasia, pruebas de función hepática, glucosa, urea, colesterol, ionograma: sodio y potasio
- Una ecografía para descartar litiasis biliar, enfermedad ésta frecuente en los pacientes obesos
La persona que se ha de operar de cirugía de la obesidad, durante la semana previa a la intervención no ingerirá alimentos con fibra (verdura, naranja etc... ) y 48 horas antes de la intervención quirúrgica tomará un laxante que limpiará el intestino (donde se realiza la operación) favoreciendo así la cirugía, en este caso, laparoscópica.
La noche antes de la cirugía ingerirá una cena ligera (sopa, yogurt y/o zumo ) y 12 horas antes de operarse entrará en ayuno absoluto.
Ingresará a la hora indicada por el cirujano y traerá consigo aquellas pruebas que estén en su poder (análisis, radiografías etc...) y los objetos de aseo personal (cepillo de dientes, máquina de afeitar etc...) pijama y/o camisón y bata, así como del acompañante.
A su ingreso cumplimentará los últimos trámites burocráticos, firma de consentimiento informado etc. (si no lo había realizado ya ) y se presentará en Admisiones de enfermos del Hospital, donde la persona encargada le acomodará en su habitación en la sala de hospitalización.
Al llegar, una enfermera le complementará los datos (muchos de los cuales le serán familiares por habérselos solicitado su cirujano con anterioridad ) y procederá a realizar las indicaciones, que, previamente a bajar quirófano, ha indicado su equipo quirúrgico (profilaxis tromboembólica, antihemorrágica, antinfecciosa etc...).
Un miembro del equipo quirúrgico (cirujano, anestesiólogo etc...) pasará por la habitación antes de bajar a quirófano. Es el momento de aclarar posibles dudas de última hora sobre la intervención que se le practicará.
Es fundamental comentar aquellos puntos del historial médico que considere importante al equipo médico y/o enfermería.
Es bueno acceder al quirófano relajado.
- ¿Cómo es el postoperatorio?
Finalizada la intervención, el cirujano informará a los familiares de que ésta ha concluido y que el paciente pasará dos o tres horas en la unidad de recuperación posquirúrgica, donde una enfermera vigilará el despertar, las constantes y los drenajes. Esta es una medida de seguridad antes de que pase a su habitación.
Saldrá del quirófano, sin sonda por la nariz, ni para la orina, y con uno o dos drenajes, por los que saldrá líquido rosado las primeras horas después de la cirugía. La enfermera vigilará la cantidad y características del líquido que sale, así como las constantes (tensión arterial, pulso, etc.).
No se podrá levantar de la cama sin permiso de la enfermera o del médico, pero puede mover las piernas (encogerlas y estirarlas). Es preferible dormir boca arriba, pero si no se le prohíbe expresamente, puede ponerse de lado. Si tiene ganas de orinar llamará a la enfermera, que le dará un recipiente pero sin levantarse de la cama. Cuando se levante por primera vez, antes deberá incorporar la cama un rato, se pondrá la faja protectora. Deberá estar la enfermera delante, ya que si se levanta bruscamente puede marearse.
Al ser operado por laparoscopia, en las primeras horas del posoperatorio inmediato tendrá dolor a nivel del hombro izquierdo, producido por la distensión del abdomen, y malestar en la pared muscular del abdomen, similar al que se produce después de un parto. Si el dolor es intenso, puede pedir un calmante.
Al inicio de la alimentación (a las 24-48 horas después de la intervención), notará plenitud y sensación de pesadez en el estómago al haberse reducido su calibre. Si ingiere líquidos rápidamente o más de los que tolera el nuevo estómago, puede presentar dolor en el pecho y en el hombro izquierdo. Para evitar estas molestias es aconsejable que beba o ingiera alimentos lentamente y se detenga en el momento en que esté lleno.
Al abandonar el hospital se le entregará un informe de la cirugía que se ha practicado y el teléfono de contacto del Centro Laparoscópico de Barcelona.
- ¿Qué molestias puede presentar los primeros días de estar en casa?
Sólo hace 3 o 4 días que le han realizado una importante operación, por lo que aún puede presentar dolor abdominal difuso, no muy intenso, similar al que tenia en el hospital. Puede tomar una dosis de analgésico cada 4 a 6 horas, en función de la intensidad del dolor.
En ocasiones, puede tener dolor en la base del tórax (pecho) al respirar profundamente. Esto se produce por pequeñas atelectasias (colapsos) del pulmón, que mejoraran haciendo fisioterapia respiratoria (inflar globos o subir las bolas que le dieron en el hospital).
No tiene por qué vomitar ni dolerle el estómago. Si esto ocurre, suele ser por haber tomado los alimentos demasiado deprisa o más de lo que le cabe en el reservorio gástrico. Para que mejoren las molestias, puede estar 48 horas tomando sólo manzanilla con mucha azúcar; luego puede iniciar otra vez los batidos.
Si pasado un mes de la operación se "enganchan" o le cuesta pasar determinados alimentos, se pondrá en contacto con el cirujano, pues hay que valorar la causa.
El control a largo plazo de la pérdida de peso debe ser controlado por el especialista en endocrinología. El tratamiento dietético será hipocalórico y vitamínico, lo que le permite bajar de peso a la vez que realizar una vida normal.
La gran ventaja de la reducción gástrica que se le ha realizado es que desde el momento en que sale del quirófano no tiene sensación de hambre: la bulimia (necesidad de comer a todas horas) que tenia antes de la intervención, ha desaparecido.
El endocrino mantiene la dieta hipocalórica hasta que pierda el exceso de peso. El tratamiento consiste en una primera fase con dieta líquida de contenido calórico muy bajo (VLCD) y otra fase posterior de alimentación con un número más elevado de calorías. El tiempo necesario para perder completamente el exceso de peso dependerá de los kilos a perder y oscilará entre 6 meses y un año. Durante este período será controlado por el endocrino al mes, a los 3 meses, a los 6 meses y al año de la intervención (en cada visita se realizan diferentes pruebas).
- Recomendaciones a seguir durante el primer mes en los casos de bypass gástrico
Alimentación
- No tomará ningún alimento sólido ni bebida con gas. Existe peligro de complicación posquirúrgica (dehiscencia de los empalmes pudiéndose presentar fístulas) si toma alimentos sólidos durante el primer mes.
- Podrá tomar:
- Litro y medio de agua sin gas a pequeñas cantidades durante todo el día (es necesaria para el buen funcionamiento del riñón).
- Zumos naturales: Una o dos veces al día.
- Yogur descremado natural o de sabores sin trozos de frutas. Puede ponerle una pequeña cantidad de azúcar; también puede tomar yogur líquido o cuajada.
- Leche descremada sola o con café y una pequeña cucharada de azúcar o sacarina.
- Infusiones de manzanilla, té, poleo menta, etc. (pueden sustituir al agua)
- En el desayuno, comida y cena tomará un batido de OPTIFAST disuelto en 200 cc de agua. Los batidos de Optifast se compran en la farmacia y los hay de cuatro sabores: fresa, vainilla, chocolate y café. Estos batidos llevan todo lo necesario e imprescindible para que esté bien nutrido/a y cicatricen bien los empalmes del bypass gástrico. En caso de que no pueda tomar o no tolere estos batidos, debe consultar telefónicamente con el endocrino. (No tome decisiones por su cuenta.)
Recomendaciones generales
- Tomará todos los alimentos muy despacio, a pequeños sorbos o con cuchara de postre o incluso con pajita, cuando sienta sensación de estar lleno/a debe parar y seguir pasada media hora.
- No debe tomar los alimentos ni muy fríos ni muy calientes, pues pueden provocar espasmos, dolor abdominal y diarreas.
- Después de tomar los alimentos debe reposar durante 15 minutos.
- No puede tomar bebidas con gas.
- Durante el primer mes no puede hacer ejercicio. Desde el principio, puede dar pequeños paseos sin incurrir en fatiga. Pasadas dos semanas puede comenzar a hacer una vida normal, sin grandes esfuerzos, puede comenzar a trabajar si el trabajo no supone un gran esfuerzo y se encuentra bien, sino deberá prolongar la baja laboral hasta el mes.
- En las primeras semanas en ocasiones puede tener diarreas, poco a poco mejoran. Si tiene diarreas debe aumentar la ingesta de líquidos, agua o zumo y contactar con el cirujano si presenta más de cuatro deposiciones al día.
- Si existe estreñimiento debe consultar con el endocrino o cirujano.
Tratamiento médico
- Tomará un polivitamínico: Hydropolivit grageas, 2 comprimidos chupados o masticados al día, a partir de las dos semanas de la intervención hasta la nueva consulta.
Cuidados generales
- Debe vaciar la bolsa de recogida del drenaje al menos una vez al día, anotando la cantidad y color del líquido que escapa.
- Puede ducharse y al terminar secarse con un secador de pelo las heridas, para que no queden húmedas y evitar que se infecten, después se pondrá una gasa seca o se las deja al aire, procurando llevar una camisa suave que las proteja del roce.
- Debe llevar durante el primer mes una faja siempre que salga o esté de pie. Deberá ponérsela antes de que se levante de la cama.
- Si toma medicación para la tensión, azúcar, dormir, etc. deberá tomarla, a ser posible triturada y si no, consultar con el médico. Es posible que al perder peso precise menor dosis de medicación; debe consultar con su médico.
- Debe llamar a la consulta cada semana para decir cómo se encuentra de peso, y siempre que tenga una duda.
- Entre los ocho y los diez días la enfermera o médico le debe retirar los puntos.
- Apunte todas las dudas que tenga para consultarlas en las visitas de control: así evitará olvidos.
- Al mes de la intervención tiene que acudir a la consulta, previa cita de día y hora con una analítica general (la petición de la analítica se la proporcionarán en la consulta el día que le retiren los puntos). Será visitada/o por endocrinología para seguimiento de la alimentación que debe seguir.
Mañana | Tarde | |
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Lunes | 09.30 - 20.00 h | - |
Martes | 09.30 - 20.00 h | - |
Miércoles | 09.30 - 20.00 h | - |
Jueves | 09.30 - 20.00 h | - |
Viernes | 09.30 - 19.00 h | - |